Banca y finanzas

La banca española ganó 10.389 millones de euros en 2015, un 5,6 por ciento más



    Madrid, 14 abr (EFE).- Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron un beneficio neto conjunto de 10.389 millones de euros en 2015, un 5,6 % más que el año anterior, gracias a las menores necesidades de provisiones y saneamientos y a la estabilidad de los márgenes de negocio, pese a los bajos tipos de interés.

    En rueda de prensa, el presidente de la patronal bancaria española (AEB), José María Roldán, ha explicado que estos resultados se obtuvieron en un entorno en el que la crisis se ha dejado atrás, pero en el que la banca tiene que adaptarse a un nuevo clima caracterizado por los bajos tipos de interés o la digitalización.

    La mejora de la economía y del crédito y el recorte de la mora permitieron que las entidades redujeran sus dotaciones a provisiones en 2015, algo en lo que "aún hay cierto recorrido a la baja", igual que en la reducción de costes, lo que se notará más a medida que mejore la economía y se recuperen las cuentas, ha precisado.

    También ha destacado que gracias a la diversificación geográfica de algunos bancos se logran mantener esos márgenes con más estabilidad.

    La economía mundial está estancando su crecimiento en los últimos años, por lo que el entorno en que opera la banca no es óptimo.

    En el caso de España, tras una larga y dura crisis se está asentando un crecimiento económico próximo al 3 %, y es "una oportunidad de oro", ya que si "logramos mantener ese crecimiento podremos mitigar gran parte de las consecuencias de la crisis que aún colean".

    Según explica la AEB, el balance agregado de estos bancos creció el 9,2 % y sumó 2,6 billones de euros, debido en gran parte a la incorporación de nuevas entidades a las cuentas consolidadas después de las adquisiciones realizadas por entidades de la asociación.

    Este incremento del balance se reflejó en el volumen de créditos y depósitos de la clientela, que aumentó en unos 150.000 millones de euros en ambos casos.

    En el caso del crédito, la inversión crediticia total aumentó el 10,3 % en 2015 en comparación interanual y alcanzó los 1,6 billones, al tiempo que la morosidad de la cartera mejoró en un punto porcentual y se situó en el 6,2 %, con una cobertura para insolvencias del 64 %.

    Los depósitos de la clientela también crecieron en torno a los 150.000 millones, con lo que el ratio de créditos sobre depósitos se mantuvo en el 112 %, en niveles similares a los de los años anteriores.

    Pese al escenario de bajos tipos de interés, el margen de intereses se situó en 56.655 millones de euros tras crecer el 11,1 %, con 3 puntos básicos de mejora de la rentabilidad sobre los activos.

    Según ha explicado Roldán, la rentabilidad se encuentra en niveles que aún no son suficientes, no son los de antes de la crisis que no se va a recuperar a corto plazo, por lo que hay que hacer un esfuerzo adicional.

    Preguntado al respecto, ha admitido que la rentabilidad podría mejorar por la vía de las fusiones, pero ha dejado claro que "eso es algo que tienen que decidir los consejos de administración de los bancos".

    En cualquier caso, ha insistido en que si en diez años no hay fusiones paneuropeas en el sector, "la unión bancaria habrá fracasado".

    El ligero incremento de los ingresos por comisiones y los menores resultados por operaciones financieras, compensados en parte por los mejores resultados por diferencias de cambio, situaron el margen bruto en 82.679 millones, el 8 % más.

    Tras restar unos gastos generales y de administración de 40.730 millones, el 9 % superiores a los de 2014, el resultado de la actividad de explotación de la banca se situó en 19.784 millones, el 24,2 % mejor que el año anterior.

    "Estamos mejor que en los peores momentos de la crisis", ha dicho, pero no lo suficientemente bien como para atraer nuevos accionistas; estamos en rentabilidad en niveles similares a los de nuestro entorno", e incluso mejores que algunos países europeos.

    Los recursos propios computables de acuerdo con los criterios de Basilea III y conforme al calendario de entrada en vigor progresiva, permitieron alcanzar una ratio de capital de máxima calidad CET1 del 12,38 %, 36 puntos más que hace un año y por encima de los "mínimos exigibles".

    En cuanto a las cuentas individuales de las entidades, la suma de las mismas arrojó un beneficio neto de 7.247 millones de euros, un 35,3 % más que el año anterior.