Banca y finanzas
Clamor por la rentabilidad: los inversores se pelean por los bonos 'subprime' de Santander
Los inversores están desesperados por encontrar rendimientos donde sea, aunque tengan que volver a los denostados créditos 'subprime'. El último ejemplo de ello es la emisión de bonos de Santander Holdings USA, respaldada en buena parte por préstamos de autómoviles a clientes de solvencia dudosa. Y ello, además, en un momento en el que la morosidad sobre estos créditos está creciendo en EEUU.
Tal y como publica el New York Times, Santander nunca había tenido tan pocos problemas para encontrar inversores dispuestos a comprar bonos, incluso aunque en su última emisión una parte volviera a estar respaldados por créditos para la compra de automóviles. Por si esto fuera poco, la calificación crediticia de muchos prestatarios de los créditos que respaldaban estos bonos era subprime. Es decir, las personas que se encuentran detrás de esos créditos son de dudosa solvencia.
En concreto, la filial del Banco Santander en EEUU colocó bonos la semana pasada por valor de 712 millones de dólares. Algunos tramos de estos bonos, los respaldados por los créditos de mayor riesgo, podrían provocar unas pérdidas de hasta el 27%, según las estimaciones de Moody´s que recoge el diario.
Riesgo, pero con colchón
Eso sí, los inversores cuentan con un importante colchón: Santander prometió cubrir hasta el 25% de las pérdidas potenciales de la emisión, lo que disminuyó considerablemente el riesgo, a pesar de lo dudoso de los préstamos que la respaldaban.
Christopher Donat, analista del banco de inversiones Sandler O'Neil, explica al diario estadounidense que "este tipo de bonos se emiten cuando hay demanda, y lo que se ha podido ver es que en Wall Street hay apetito por el riesgo". Y es que ahora mismo es díficil encontrar rendimientos en el mercado.
Por ejemplo, la rentabilidad del tramo con mejor calificación de la seria emitida por Santander fue del 1,02% anual, frente con el 0,12% que ofrece un bono del Tesoro de EEUU comparable. Es decir, una rentabilidad 8 veces superior con un riesgo teórico similar. Del total de la emisión, alrededor del 13% estaba respaldada por créditos para coches de clientes sin calificación crediticia FICO, una de las más habituales en EEUU, según las estimaciones de Standard & Poor´s.
Los inversores quieren más
Con todo, según las fuentes del NYT, los bonos que mejor vendió Santander fueron aquellos con el mayor riesgo y peor calificación, e incluso hubo un "clamor" para que emitiera más deuda de este tipo, aunque estuvieran respaldados por créditos 'basura'.
Este clamor por el riesgo parece lógico en un entorno de rendimientos escasísimos por las políticas embarcadas por los bancos centrales en todo el mundo. Los tipos de interés de la deuda soberana son muy bajos, e incluso algunos países como Alemania incluso logran colocar deuda a cinco años con tipos negativos.
La deuda corporativa de calidad también ofrece una rentabilidad que no logra saciar el apetito de los inversores, que poco a poco se van dirigiendo hacia activos de mayor riesgo que ofrecen un rentabilidad más elevada, aunque asumiendo riesgos mucho mayores.
Ante el rápido crecimiento de los créditos para la compra de coches, los reguladores ya han advertido de que la creciente competencia entre los prestamistas podría estar incentivando la concesión de créditos 'baratos' a agentes de dudosa solvencia. Ante esta situación, las autoridades públicas están investigando si las concesionarias de créditos están falsificando las solicitudes de los prestatarios para poder prestarles el dinero.
Esta situación recuerda a lo sucedido en EEUU los años previos al estallido de la crisis financiera de 2007. Aunque los créditos comerciales y para la compra de coches se han disparado, no ha ocurrido lo mismo con las hipotecas que siguen en niveles muy por debajo de los alcanzados en 2006.