Banca y finanzas

Debacle en Italia: suspende el 60% de sus entidades

    Matteo Renzi, primer ministro italiano


    Nueve de los veinticinco entidades 'cateadas' son del país trasalpino, con unas necesidades de capital de 9.670 millones.

    Los test de estrés europeos realizados por el BCE y la EBA ha desvelado las deficiencias de 25 entidades, algunas de ellas ya solventadas con las medidas adoptadas a lo largo de 2014, pero, sobre todo, ha puesto de manifiesto los problemas por los que atraviesa el sector financiero de Italia. Del total de suspensos, más de un tercio radican en el país transalpino. En concreto, nueve, y una de ellas, Monte dei Paschi de Siena, de gran relevancia, con un déficit todavía sin cubrir de 2.110 millones de euros. Italia era uno de los países que más entidades sometía al estrés, 15, por lo que el 60 por ciento ha salido mal parado.

    Los expertos apuntan a que el sistema italiano se enfrenta a una reconversión similar a la vivida en nuestro país en los últimos años, con cierres de oficinas, venta de importantes segmentos del negocio elevar el capital, además de recibir ayudas públicas en caso de que sean capaces de solucionar sus agujeros por sí mismo.

    Según los resultados de las pruebas de resistencia, Monte dei Paschi contaría con una ratio de capital negativo, del 0,1 por ciento, en el escenario adverso. Es decir, sus necesidades ascienden a 4.250 millones, de los que 2.140 millones ya los ha recabado desde el pasado enero.

    Junto al banco de Siena, otros ocho italiano de menor tamaño aparecen en la lista de no aprobados en alguno de los tres exámenes llevados a cabo (AQR, escenario base y escenario estresado). Se trata de Banca Carige, Veneto, Populare, Popolare di Milano, Popolare di Vicenza, Popolare dell'a Emilia Romagna, Valtellinese y Popolare di Sondrio. En conjunto, suman un déficit de 9.670 millones de euros, que gracias al trabajo ya materializado se reduce a 3.310 millones.

    Doce teóricos

    Las medidas adoptadas permiten a varias entidades italianas salir de esta lista negra y pasar a los 12 suspensos virtuales, como le ocurre al grupo español Liberbank, la única de nuestro país que aparece entre las 25 entidades no aprobadas. La entidad que preside Manuel Menéndez catea en el AQR, pero la ampliación de capital de mayo y conversión de híbridos han arreglado a día de hoy sus problemas.

    El total de entidades que reciben calabazas por parte de los reguladores europeos necesitaría a diciembre del ejercicio pasado 18.590 millones, una cifra muy inferior a la que manejaban la mayor parte de los analistas, que apuntan a una horquilla de entre 40.000-60.000 millones. Algunos, incluso, incrementaban el agujero hasta los 100.000 millones, un importe que sería manejable, pero también creíble para los mercados. Con las medidas ejecutadas entre enero y septiembre, la falta de solvencia del sistema comunitario se merma hasta los 9.475 millones, que tendrían que recabar hasta el próximo verano un total de trece entidades, con cuantías que van desde 30 millones que requieren los eslovenos Marimor y Nova Lujbljanska hasta los 2.110 millones de Monte dei Paschi.

    Éste último, que recientemente se ha embarcado en un proceso de reestructuración aprobado por la Comisión Europea, recalcó ayer que el resultado del ejercicio al que ha sido sometido se ha visto penalizado por la metodología utilizada.

    En este sentido, informa de que el consejo de administración ha comenzado una revisión de posibles medidas, para lo cual ha nombrado a UBS y Citigroup asesores financieros para su definición y ejecución. El plan de capital incluirá la exploración de todas las alternativas estratégicas para el banco.

    Grecia y Chipre

    El segundo país con peores notas es Grecia, a pesar de haber sido rescatado. Tres de los cuatro griegos que han sido sometidos a las pruebas de estrés han suspendido, lo que no deja en buena situación al sistema y a sus autoridades. Únicamente, Alpha aprueba el test. Los otros necesitan, según los datos proporcionados ayer por el BCE, 9.073 millones a cierre del pasado ejercicio. Con las ampliaciones de capital desembolsadas y las conversiones y emisiones de productos híbridos, los requerimientos de capital de Eurobank y National Bank of Greece se quedan en 2.690 millones. Los mitigadores ayudan a Piraeus a evitar un plan de actuación inmediato para solventar sus problemas, tal y como le sucede al español Liberbank.

    El país vecino y antigua colonia de Grecia, Chipre, es el tercer país con mayores dificultades en su sistema financiero. Y es otro de los que ha requerido un rescate durante la crisis que comenzó en 2012. Como los helenos, tres de sus cuatro entidades sufren calabazas por parte del supervisor único, con un déficit bruto de capital de 2.370 millones de euros, cifra rebajada a lo largo de 2014 a 1.700 millones, que tendrán que levantar Bank of Cyprus, Cooperative Central Bank y Hellenic Bank. Sólo RCB se salva de la quema.

    En el resto de mercados europeos, los suspensos son de menor importancia por los importes de los déficits o por el tamaño de las entidades, tal y como sucede en nuestro país.

    Quizás los más llamativos de los cates sean el del irlandés Permanent TSB, con 850 millones, y el del Portugués Banco Comercial (BCP), con 1.150 millones.

    Con esta radiografía se da por hecho que las entidades con mayores problemas siguen estando en los denominados países del sur de Europa, conocidos como PIIGS, los cuales ya han tenido que recibir ayudas públicas o han tenido que poner en marcha medidas de ajuste económico relevante.

    Francia y Alemania salen prácticamente indemnes de la prueba, con sólo un suspenso cada uno. El galo ha sido CRH, cuyo déficit ya ha sido cubierto en 2014, y el germano, Munchener Hypothekenbank, que también ha ampliado su capital en los últimos meses de manera holgada. Como caso singular cabe destacar el belga Dexia, que tuvo que ser reestructurado con relevantes ayudas públicas en 2011 y 2012. La entidad tiene que captar aún 340 millones próximamente.