Banca y finanzas

El Gobierno disuelve Seguros Mercurio, del grupo Marsans, por falta de liquidez



    Madrid, 15 mar (EFE).- El Ministerio de Economía disolvió hoy la aseguradora del grupo Marsans -propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y del empresario Gonzalo Pascual-, debido a su "grave situación patrimonial y de liquidez", que hacía que esta misma semana no pudiera afrontar el pago de siniestros.

    Según dijeron a Efe fuentes del sector, después de intentar encontrar una solución, que pasó por intentar que Mapfre, Mutua Madrileña y Fiatc adquirieran la compañía, finalmente la Dirección General de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía, tomó hoy las riendas de Mercurio para proceder a su liquidación.

    La decisión de Economía fue criticada por Seguros Mercurio, que esperaba obtener el plazo adicional de 45 días solicitado la semana pasada para recuperar su equilibrio patrimonial y continuar con su actividad, centrada en las pólizas de transporte y viajeros, donde tenía 49.642 clientes.

    Pero Mercurio no obtuvo una respuesta formal de su petición a la Dirección General de Seguros, que tampoco consiguió que Mapfre, Mutua Madrileña o Fiatc aceptaran hacerse con la aseguradora de Marsans.

    Las tres empresas rechazaron la propuesta debido a la difícil situación patrimonial de Mercurio y a que su negocio no terminaba de encajar con su estrategia.

    "Las cuentas eran terroríficas", señalaron fuentes del sector asegurador, que destacaron que la compañía del grupo Marsans tenía un patrimonio negativo, algo inusual entre las aseguradoras.

    La situación de Seguros Mercurio se complicó en 2008, cuando registró unas pérdidas de 14,76 millones de euros, lo que le provocó que el margen de solvencia que se exige a las aseguradoras se situara por debajo del mínimo legal en 10,15 millones de euros.

    La compañía argumentó que estas cifras, que habrían empeorado en 2009 hasta unas pérdidas de 15,5 millones, fueron consecuencia de la fuerte competencia en el sector, el incremento de la siniestralidad y la caída de los mercados financieros e inmobiliarios.

    Además de la decisión de disolver Mercurio, el supervisor asegurador, también acordó la revocación de la autorización administrativa concedida a la compañía, que opera desde 1988 y tiene 82 empleados.

    El sindicato UGT espera que todos ellos mantengan su puesto y con ese fin aseguró que trabajará, si bien mantiene la esperanza de que otra compañía se haga cargo finalmente de Mercurio.

    La disolución de la aseguradora se une a las dificultades de Marsans, que a finales de 2009 sufrió un importante varapalo con la inmovilización de su flota aérea por decisión judicial, lo que le llevó a suspender la actividad de Air Comet, en la que el grupo turístico inyectó más de 140 millones.

    Posteriormente, como una forma de obtener liquidez para el grupo, los empresarios vendieron en 70 millones una parte importante de su empresa de transporte discrecional de pasajeros, Trapsa.

    Y al mismo tiempo, Marsans negocia la refinanciación de su deuda y una línea de financiación que complete un crédito de 40 millones para financiar su campaña turística, después de haber obtenido hace unas semanas 8 millones, concedidos por Banco Santander, Banesto, Sabadell y La Caixa.

    Simultáneamente, Díaz Ferrán y Pascual buscan el mejor comprador para vender Marsans, y entre los candidatos, según fuentes conocedoras de las negociaciones, hay dos grupos europeos que estudian la adquisición del grupo turístico, valorado en unos 350 millones de euros.