Banca y finanzas

El Banco Popular prevé cerrar hasta 300 oficinas en dos años para reducir costes



    Madrid, 27 abr (EFE).- El consejero delegado de Banco Popular, Roberto Higuera, aseguró hoy que la entidad cerrará unas 150 oficinas este año y entre 100 y 150 el año que viene, con la intención de reducir costes y afrontar así la actual situación económica.

    Durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad, Higuera señaló que de esta forma se siguen las recomendaciones del Banco de España de reducir costes mediante el cierre de sucursales, así como de aumentar la productividad.

    Al respecto, explicó que tras las fusiones de sus filiales y la consiguiente salida de 114 personas de su plantilla en el primer trimestre, el POPULAR (POP.MC)cuenta con un excedente de personal que aprovechará para no tener que recurrir a trabajadores temporales.

    Higuera aseguró que, en cualquier caso, el objetivo prioritario del banco es "la defensa del empleo estable", de forma que, por el momento, el banco lo que está haciendo es no cubrir bajas y prescindir de trabajadores temporales, y no tiene planes de llevar a cabo ningún plan de prejubilación.

    El consejero delegado señaló además que en el primer trimestre, durante el cual se cerraron 70 oficinas, la entidad logró 65 millones de euros en plusvalías por la venta de sucursales.

    En relación a la morosidad, Higuera no quiso augurar el techo que podría alcanzar este año, aunque aseguró que la entidad "podrá aguantar bastante" el incremento, ya que cuentan con un volumen de provisiones genéricas "muy importante" que le puede durar "al menos dos años".

    Asimismo, se mostró convencido de que los particulares no serán el principal problema, ni siquiera a pesar del aumento del paro, ya que la entidad cuenta con "armas potentes", como la moratoria hipotecaria del Instituto de Crédito Oficial (ICO), para evitar que las familias se queden sin su vivienda.

    En este sentido, Higuera aseguró que la tasa de morosidad de los particulares del primer trimestre, que pasó del 1,8 por ciento al 2,52 por ciento, es "una cifra ridícula después de 18 meses de crisis profunda del sector inmobiliario y va en línea con el aumento del paro", aunque admitió que subirá más.

    En la misma línea que el resto del sector financiero, que se ha visto convertido a su pesar en gestor inmobiliario, la entidad que preside Ángel Ron adquirió entre enero y marzo activos inmobiliarios por valor de 341 millones de euros.

    Higuera explicó también que la política de dividendo no se ha modificado a pesar de la crisis y que el "pay out" o porcentaje de beneficio que se dedica a dividendos no se ha disminuido.