Irala, el eficaz gestor que no pudo culminar la fusión de las cajas vascas
Irala ha anunciado hoy que abandona el cargo, a los 62 años, por motivos de salud y tras haber intentado en dos ocasiones, a lo largo de los casi seis años que ha estado al frente de la BBK, llevar a cabo el objetivo para el que fue promovido a la presidencia de la más importante de las tres entidades de ahorro vascas.
Xabier de Irala, nacido en Nueva York en 1947, es hijo del consejero de Presidencia del primer Gobierno Vasco del lehendakari José Antonio Agirre, Antón de Irala, y en 2002 recibió el premio "Vasco Universal", que otorga el Ejecutivo vasco a quienes ofrecen una imagen positiva de Euskadi en el mundo.
Antes de hacerse cargo de la BBK, Irala había demostrado su eficacia como gestor de empresas en pérdidas y difícil situación, de hecho la BBK ha sido la única entidad que ha dirigido que ya estaba en beneficios antes de su llegada.
Su carrera como ejecutivo comenzó a despuntar en la primera mitad de los años 90 por su labor en empresas multinacionales, entonces en problemas, como General Electric de Francia y el grupo Asea Brown Boveri (ABB) en España.
Pero el saltó llegó con su gestión al frente de Iberia, tras ser nombrado presidente de la compañía de bandera española por el primer Gobierno del PP en 1996.
En los siguientes siete años "pilotó" la privatización de la compañía, objetivo que alcanzó en abril de 2001 con su salida a Bolsa, y la convirtió en una de las aerolíneas más rentables del mundo.
Tras su exitoso paso por Iberia, fue "fichado" por el PNV para hacer realidad el proyecto de integrar las tres cajas vascas en una única y potente entidad.
Irala intentó cumplir este objetivo por primera vez a mediados de 2005, pero resultó frustrado por la oposición que mostraron el PSE/EE y el PP, partidos que lo rechazaron, en el caso de los socialistas después de apoyarla inicialmente, al estimar que el fin de la fusión era más político que económico.
El pasado año, ante la falta de mayoría en la asamblea de la Vital, BBK y Kutxa intentaron una fusión "a dos", pero tampoco salió adelante por la oposición de socialistas, "populares" e izquierda abertzale en la asamblea de la caja guipuzcoana, donde no se aprobó la operación por sólo cuatro votos.
Con Irala en la presidencia, la BBK ha pasado de tener unos beneficios en 2003 de 258 millones de euros a presentar en 2008 unas ganancias de 339 millones y convertirse, en palabras del propio Irala, en la "entidad más solvente del sistema financiero y la más capitalizada en relación al activo".
Durante los casi seis años que ha durado su mandato, Irala también ha tomado importantes decisiones económicas, como el respaldo al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en su pugna con el de ACS, Florentino Domínguez, o la venta de la participación accionarial (10%) que la BBK tenía en la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), por discrepancias con la gestión que está realizando el grupo Arcelor-Mittal, el accionista mayoritario de la planta vizcaína.