Aragón

Un consorcio con socios industriales aragoneses invierte 3,7 billones de euros en un proyecto de bioeconomía



    El objetivo es impulsar el desarrollo de este sector económico emergente y crear un mercado competitivo de productos y materiales biológicos hechos en Europa. Una iniciativa que permitirá crear puestos de trabajo, localizándose el 80% aproximadamente en el medio rural, y reactivar la industria.

    La Universidad de Zaragoza, la Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei, AITIIP y CIRCE se han unido en Aragón para llevar a cabo como miembros asociados, junto con el apoyo de la Unión Europea, un proyecto de bioeconomía con el fin de incentivar la inversión y contribuir a la creación de un mercado competitivo de productos y materiales biológicos realizados en Europa con los que se pueda hacer frente a los retos de la sociedad actual.

    Bajo esta finalidad, la economía europea recibirá un total de 3,7 billones de euros entre los años 2004 y 2020 procedentes de la Unión Europea, que aportará un total de 975 millones de euros, mientras que el resto -los 2,7 billones de euros- serán aportados por un consorcio de bioindustrias.

    De esta manera, a través del BBI (nombre de esta iniciativa conjunta entre un grupo de empresas, organismos de investigación y la Comisión Europea), se pretende apoyar proyectos de investigación e innovación que creen nuevas alianzas de trabajo entre los sectores agroalimentario, forestal, de la pulpa, el papel, químico y energético.

    Para ello, se pretende utilizar la biomasa y otros subproductos sin revalorizar como materia prima para la fabricación de productos libres de material fósil. Además, las biorefinerías y otras tecnologías innovadoras representarán el eje central de la propuesta, ya que se convertirán recursos renovables en nuevos bioquímicos, biomateriales o biocombustibles más sostenibles.

    Principalmente, se han identificado una serie de prioridades de trabajo para los próximos años que comprenden desde la producción primaria a los mercados de consumo, contribuyendo a reducir y salvar la brecha existente entre el desarrollo de nuevas tecnologías y su comercialización sostenible para explotar el potencial de las bioindustrias en Europa.

    Además, también se contribuirá a la generación de empleo, principalmente en el medio rural que concentrará alrededor del 80% de los puestos de trabajo que se generen, aparte de revitalizar la industria, favorecer la diversificación de los ingresos de los agricultores y propiciar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50%, como mínimo, en comparación con la economía basada en fósiles.

    Según ha explicado la comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghgan-Quinn, "la bioeconomía tiene un enorme potencial que está atrayendo inversiones en todo el mundo y queremos aprovechar las tecnologías innovadoras para convertir los recursos renovables sin explotar de Europa y determinados subproductos en productos más ecológicos tales como alimentos, piensos, productos químicos, materiales y combustibles, todo de origen y fabricado en Europa". De momento, la primera convocatoria, lanzada el 9 de julio, se centra en el apoyo a inversiones de alto impacto y potencial y está dotada con 50 millones de euros.