Muchos inversores tomaron posiciones cortas antes de la publicación de sus resultados, a la espera de una decepción como la de trimestres anteriores. Pero ésta no se produjo: la tienda online más conocida del mundo no dio unas cuentas para tirar cohetes, pero al menos cumplió las previsiones.
No hubo desastre y los cortos tuvieron que cerrarse a toda prisa. Resultado: el valor se disparó el 11% en el after hours.
La subida se explica porque, al igual que sucede en Metrovacesa, había una enorme cantidad de títulos prestados de Amazon. Según el Nasdaq, 43,6 millones de acciones estaban prestadas para posiciones bajistas, lo que supone 6,54 veces el volumen medio diario del valor; es decir, harían falta 6,54 sesiones 'normales' de negociación para poder cerrar estas posiciones. Lógicamente, los cortos encontraron problemas para poder recomprar los títulos. Es lo que los anglosajones llaman short squeeze.
Realmente, sí encontraron títulos para cerrar las posiciones, pero a un precio muy superior al deseado. De ahí que el valor subiera el 11% en estos casos.
No seremos nosotros en Bolságora quienes maldigamos las posiciones bajistas por ser excesivamente arriesgadas o por 'especulativas'; para eso ya hay gente de sobra en el mercado. Nosotros pensamos que se pueden aprovechar los dos lados de la tendencia y que ojalá en España tuviéramos las facilidades que hay en EEUU para ponerse corto. Pero hay que ser consciente de que esta operativa tiene riesgo y hay que saber colocar los stops.
Y hay que tener cuidado con tomar estas posiciones en un valor donde hay demasiados títulos prestados, como Amazon o Metrovacesa, porque pueden pasar estas cosas. Pero no por ponerse bajista, también ocurre al alza: si uno compra un valor estrecho que está caliente, cuando el precio si viene abajo todo el mundo se quiere salir de golpe, y es imposible hacerlo a no ser a un precio muy inferior. ¿Hace falta poner ejemplos del mercado español?