La tecnología sigue muy débil en general, como quedó demostrado con los resultados de Intel, Yahoo y Motorola conocidos el martes (y con los de AMD conocidos ayer). Pero siempre hay excepciones. Y siempre -bueno, en los últimos trimestres- son las mismas: Apple y Google.
Ayer la primera -el mejor valor del Nasdaq en 2005- dio la campanada, como ya hizo con sus cuentas del anterior trimestre, y el valor se disparó el 7% en el mercado after hours. Y es que sus resultados destrozaron las previsiones de los analistas, con un beneficio neto de 546 millones, 62 centavos por acción, el 27% más que hace un año. EL consenso esperaba que se quedara en 51 centavos, así que batió las previsiones por una espectacular cifra de 11 centavos.
Los ingresos también superaron ampliamente los pronósticos, al crecer el 31% hasta 4.840 millones frente a los 4.660 previstos por el mercado. En esto hay un poco de truco, porque Apple siempre da unos objetivos muy conservadores que rebajan las estimaciones de los analistas. De esta forma, es luego fácil batirlas, aunque la magnitud por la que se han superado las expectativas esta vez es brutal.
¿Qué hay detrás de este éxito? Por un lado, el persistente éxito del iPod, que sigue resistiendo a la creciente competencia: Apple vendió 8,7 millones de reproductores en el trimestre, el 35% más que hace un año. Hay que recordar que Apple lanzó en septiembre el nuevo iPod Shuffle, un reproductor de video con más memoria y una pantalla más grande, así como una nueva línea de iPod Nano.
Por otro lado, los ordenadores Mac parecen salir por fin del ostracismo: las unidades vendidas se dispararon el 30% hasta 1,6 millones. En este caso, la explicación está en la culminación de la transición de su gama a los procesadores de Intel, una de las mayores revoluciones de la historia de la informática, anunciada el año pasado. En los trimestres anteriores, las ventas habían caído a la espera de los nuevos modelos, y ahora llega la resurrección.
Pese a estos apabullantes resultados, Apple mantuvo su política de dar previsiones conservadoras para el próximo trimestre (el primero de su año fiscal): unos ingresos de entre 6.000 y 6.200 millones -cuando los analistas esperan 6.400- y un beneficio de entre 70 y 73 centavos por acción, frente a los 77 que prevé Wall Street. De nuevo, los analistas rebajarán sus previsiones y la compañía, si las cosas le siguen yendo también (y este trimestre incluirá en su tienda iTunes las películas de Disney para verlas en el iPod), las batirá holgadamente dentro de tres meses.