Hay que reconocer que el análisis técnico es cualquier cosa menos complicado. Eso tiene un lado bonito y otro muy oscuro. El lado bonito es que es bastante próximo a la gente, que todo el mundo se atreve a aventurarse pronto con alguna opinión.
El lado oscuro es lo que los sajones llaman "el veneno del éxito", porque esa sencillez lleva a muchos a pensar que esto de moverse en el mercado es coser y cantar, despreciando algo que no puede ser enseñado, la actitud correcta.
Y es en la actitud, como en todo arte donde dos más dos no son necesariamente cuatro, donde reside el auténtico secreto del éxito. Vamos, que una cosa es tirar unas líneas en un gráfico y hacerse una composición de lugar, y otra tener lo que hay que tener para tomar decisiones y asumir errores…
Y es que, pese a su sencillez, en ocasiones el análisis técnico puede convertirse en un auténtico rompecabezas, en una amalgama de contradictorias señales derivadas de diferentes herramientas. De hecho en muchas ocasiones, cuando el analista técnico chartista progresa y se sofistican sus análisis, cuando recurre a teorías como las de Elliott o Dow, cuando se adentra en el campo de las relaciones y correlaciones (materias primas, divisas, tipos de interés…), no todo es tan sencillo como parece, y en algunas de ellas las herramientas mas sencillas o las más sutiles, eso nunca se sabe a priori, pueden convertirse finalmente en el peor enemigo.
Esto puede haber sucedido en los últimos tiempos, cuando a la luz de algunas pautas aparentemente alcistas (muchas de ellas en forma de posible cabeza y hombros invertido), los índices parecen haber superado la corrección de mayo con algunos valientes, como el Ibex 35, consiguiendo incluso nuevos máximos del año, retomando aparentemente la subida libre. Una trampa perfecta que sólo análisis más sofisticados habrán evitado si es que finalmente se produce.
¿Pero está el Ibex en subida libre?
Si nos leen diariamente sabrán que hemos argumentado por activa y pasiva que no y por varias razones. La primera de ellas era chartista y se basaba en la posibilidad de un movimiento terminal por encima de los máximos en forma de cuña bajista en caso de pérdida de los 12.100.
Puede verse en el primero de los charts adjuntos como ésta ha sido rota a la baja finalmente pese a que los máximos de mayo hayan sido rotos ¿Quiere esto decir que el alza ha concluido? No necesariamente y por lo mismo que nuevos máximos no marcaban subida libre, hacen falta más argumentos.
Pero es que la pregunta ha sido otra en todo momento ¿Realmente ha terminado el proceso de ajuste de mayo? ¿Realmente está el Ibex 35 en condiciones alcistas óptimas como para entrar en subida libre? En mayo dijimos que con lo que acontecía los índices podían entrar en una severa corrección en precio o, por el contrario, que sería necesaria una purga en tiempo. Finalmente parece que lo que se ha impuesto es lo segundo, y precisamente por ello, por los argumentos dados en mayo, en ningún momento ha encajado que el mercado pueda meterse en subida libre tan pronto.
El Ibex 35 no es el mercado sino una pequeña parte de él. Hemos insistido convenientemente en que de los diferentes índices Ibex, sólo el que agrupa a las treinta y cinco principales compañías del continuo español estaba en un desarrollo alcista nítido. Tanto es así que, como puede verse en el segundo de los gráficos adjuntos, tanto el Ibex Nuevo Mercado como el Ibex Smallcaps presentan sendas recuperaciones en paralelo que podrían encajar perfectamente como dos simples banderas para corregir al alza un primer movimiento dentro de un proceso bajista o lateral/bajista, según los lares, más amplio y nacido en mayo.
Es por todas estas cuestiones por las que no se puede decir hasta el momento que el Ibex 35 haya entrado en subida libre aunque haya tenido una serie de nuevos máximos para marcar niveles no vistos desde 2000; circunstancia que por otro lado ya se vio en agosto con la ruptura en falso durante unos días del nivel psicológico y técnico de los 12.000 puntos.
Una pérdida clara de los 12.000 puntos, en este momento, debería llevar a todos los inversores activos a considerar que el proceso abierto en mayo no ha concluido y por ello prepararse para un par de meses de descensos que podrían volver a situar al Ibex 35 en la zona de los 11.000 antes de que esté en condiciones de encontrar un suelo definitivo. Resultaba probable a la luz de las divergencias denunciadas y de las consideraciones hechas en mayo que el Ibex fracasase en su intento de entrar en subida libre, pero hasta ahora no teníamos una primera señal de precio en ese sentido, sólo análisis.
La ruptura bajista de la cuña ha empezado a cambiar las cosas y la pérdida de los 12.000 puntos, según como se produzca y tal y como les iremos contando, podría confirmar que para ver al Ibex35 rumbo a sus máximos históricos puede que tengamos que esperar algunos meses más.