Buscar

Futuros Vs. fondos cotizados: ¿cuál es el producto más eficiente para el inversor?

Alain Galibert, Bolságora
6/09/2006 - 0:20

En los últimos días, hemos visto cuáles son las ventajas de una inversión en futuros sobre índices. Sólo nos queda compararlos con su competencia más directa, recién llegados a España, los fondos cotizados. Comparemos los dos productos con respecto a 4 criterios: diversidad de la oferta, flexibilidad, comisiones y operativa.

Recordamos que a los ETF se le aplica la fiscalidad general sobre las acciones y que a partir de 2007, las ganancias patrimoniales tributarán al 18% para ambos productos.

- Diversidad de la oferta: ventaja absoluta a los futuros, al menos por el momento. A fecha de hoy, solo se comercializa un fondo registrado por una entidad en España. Le da la réplica al Ibex y está gestionado por BBVA. El mercado espera 3 nuevas iniciativas, todas ellas sobre el Ibex y gestionadas por Barclays, Santander y Société Générale. El 2007 será probablemente el inicio de la diversificación pero es poco probable que la gama de los ETFs disponibles iguale a la de los futuros antes de 2008 o 2009.

- Flexibilidad: ventajas de las ETFs. Un futuro presenta el inconveniente de ofrecer un tamaño de inversión rígido. No lo puede modular el propio inversor. Si quiere comprar, por ejemplo, el índice S&P americano, el tamaño mínimo del contrato es de unos 65.000 dólares. No es un producto fácilmente accesible para todos los inversores. La compra de un fondo cotizado se adapta a la cartera del inversor, al igual que cualquier fondo de inversión, siempre y cuando la entidad gestora adapte su fondo al inversor minorista.

- Comisiones de intermediación o de gestión: un futuro cobra una comisión de compra y otra de venta. Un fondo cotizado cobra una comisión de gestión, normalmente más barata que un fondo tradicional porque se trata de gestión pasiva. La media europea gira alrededor de un 0,45% al año. Un futuro sobre Ibex que mantenemos un año nos cuesta un máximo de 100€ por una inversión de 120.000 €. El equivalente en el ETF sobre Ibex del BBVA nos costaría 456 euros. Ventaja absoluta para los futuros, de lejos el producto más económico del mercado.

- Operativa: un futuro permite al inversor apalancar o no su cartera. Un fondo cotizado no tiene esta ventaja. Pero más importante todavía, un futuro sobre índice se puede vender sin tener el activo subyacente. Un inversor puede abrir largos (comprar) o cortos (vender) para aprovechar una subida de la bolsa o una caída. Los fondos cotizados no se pueden vender a crédito, al menos a fecha de hoy. Por lo tanto, un inversor no puede abrir cortos con este vehículo, lo que limita enormemente la operativa. Ahora bien, si el inversor quiere mantener una posición alcista durante más de un mes, basta comprar un fondo cotizado. Si lo hace con un futuro, tendrá que gestionar la fecha de vencimiento de su contrato.

Conclusión: si usted es un inversor activo, le aconsejamos usar futuros y no fondos cotizados siempre que sea posible. La compra de un ETF se justifica únicamente si el tamaño del futuro disponible sobre el activo en que quiere invertir no se adecua al riesgo financiero que quiere asumir. Si usted es un inversor en tendencia, un fondo cotizado puede ser una buena alternativa a un derivado, siempre y cuando se trate de invertir al alza y que esté dispuesto a pagar una comisión más alta para no tener que preocuparse por el vencimiento de su contrato.