El buque insignia de la industria automovilística de Detroit, la Motor City, acaricia los 30 dólares por acción elevando su revalorización en lo que va de año hasta hasta casi el 53%. Allá por el mes de abril algunos pusieron el grito en el cielo cuando Merrill Lynch elevó su precio objetivo a 37 euros por acción, decisión que dio lugar a un encarnizado debate acerca de las posibilidades bursátiles de la compañía, que no hace más que subir y subir en un entorno empresarial de feroz competencia e inciertas perspectivas de beneficio. Y es que cuando no ha sido por la reformulación de sus cuentas, ha sido por los acuerdos con los sindicatos acerca de sus planes de reducción de plantilla. La venta de su filial financiera, que supuso una fuerte inyección de liquidez también ha contribuido a que la empresa haya renacido en bolsa de sus cenizas cual Ave Fénix. La última noticia de calado se conoció ayer: el posible acuerdo con Renault.