Al cierre de la sesión el Nikkei registró una subida del 0,29%, hasta los 8.797,78 puntos, lo que permitió a la principal referencia japonesa cerrar la semana cerca de sus máximos. Con todo, técnicamente no ha habido cambios destacables ni para bien ni para mal ya que la semana ha tenido un corte más bien consolidativo por encima del soporte clave que representa la zona de los 8.500 puntos. Ni ha habido una reacción digna de destacar, como cabría esperar de la importancia de este soporte, ni tampoco se ha confirmado el patrón dual con implicaciones alcistas que desplegó ayer el índice en forma de harami. Todo ello evidencia la falta de presión compradora y la poca confianza que, de momento, tiene el mercado versus la renta variable japonesa. Sin embargo, la posibilidad de que el yen pueda estar perdiendo fuelle y comience a presentar las primeras evidencias de agotamiento alcista, unido a que aún se mantienen soportes clave de 8.500 puntos, invita a seguir esperando acontecimientos sin tomar decisiones drásticas.