El Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio cerró con un mínimo avance del 0,08 por ciento, hasta 17.059 puntos, un nuevo máximo desde agosto de 2000.
Les ha tocado descansar. Después de marcar máximos de los últimos cinco años y media, la renta variable asiática ha concluido la sesión con mínimos cambios. Las compañías exportadoras, que habían estado tirando del mercado los últimos días, fueron los principales lastres. El Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio se anotó un leve 0,08 por ciento, hasta 17.059 puntos.
Con todo, las bolsas asiáticas llegaron a acercarse a lo largo de la sesión a niveles que no se veían desde 1990. El índice S&P/ASX 200 asutralinao submó un 0,3 por ciento, el Hang Seng de Hong Kong subía a media sesión un 0,05 por ciento, hasta 15.889 puntos, y el resto de los parqués, excepto el de Malasia cerró con cambios muy escuetos.
Las compañías mineras, como la australiana BHP Billiton, capitanearon los avances, después de constatar una escalada en los precios de los metales y del precio del petróleo. El barril West Texas subía un 1,1 por ciento, hasta 67,15 dólares por barril, su nivel más alto desde el 31 de enero.
La bolsa japonesa logró cerrar con un avance del 0,08 por ciento, que sirvió al Nikkei para cerrar en su nivel máximo desde agosto de 2000, en 17.059,66 puntos. Las compañías exportadores, como los fabricantes de automóviles Toyota y Honda, se tomaron un descanso, aunque las entidades financieras siguieron adelante con las alzas.
Ayer se conocíó además que el Índice de Precios de Consumo (IPC) de Japón