La fiesta no remite en Nueva York: el mercado apuesta por un 'aterrizaje suave' de la economía
El mercado norteamericano sigue encontrando razones a diario para alimentar las subidas, que no remiten. Ayer los índices se anotaron la tercera consecutiva y la décima desde las 13 últimas sesiones (desde que el mercado frenó su caída en 13.100 puntos). El Dow Jones se anotó un 0,25%, el S&P 500 sumó otro 0,39% y el Nasdaq se anotó idéntico porcentaje
Esta vez no fueron las noticias tecnológicas ni las inversiones de Buffett, sino algo que enlaza con la bajada de tipos de la semana pasada: las expectativas de que la economía logre un 'aterrizaje suave' y evite la recesión. Estas expectativas fueron alimentadas ayer por una revisión a la baja del PIB del segundo trimestre menor de lo que se temía, hasta el 3,8%, así como un dato de peticiones semanales de subsidios de paro mejor de lo previsto.
A pesar de este optimismo, es obligado destacar que prácticamente todos los datos importantes conocidos en la última semana han sido malos (o muy malos). Ayer no fue la excepción: las ventas de viviendas nuevas se hundieron el 8,3%, aunque el mercado ya se esperaba un desastre. El optimismo se ha instalado en Wall Street y, de momento, nada puede con él.
Ayer fue un día tranquilo en el capítulo empresarial. Palm se sumó a la carrera de los teléfonos de gama alta y se anotó el 6,3%. La constructora KB Home publicó pérdidas, aunque el valor subió el 1,8%.
Respecto a los demás mercados, el petróleo aceleró su remontada hasta 82,88 dólares por los nuevos anuncios de tormentas tropicales. El dólar no pudo mantener la recuperación de la víspera y volvió a marcar mínimo histórico en 1,4166 unidades por euro. Los bonos retomaron las alzas en precio, con lo que su rentabilidad bajó al 4,58%.