Los índices incrementan aún más sus subidas en un escenario de optimismo generalizado. La euforia que se desataba el martes tras la rebaja de tipos de la Fed continuó ayer, aunque de forma más moderada, como es lógico. La fiesta se ha instalado en unos mercados que han recuperado la confianza después del miedo de las últimas semanas.
Y todo indica que la remontada va a continuar, si bien la sobrecompra puede provocar cierta corrección a corto plazo.
El Dow Jones, que el martes logró la mayor subida diaria en cinco años, ayer sumó otro 0,55% y ya está por encima de los 13.800 puntos. El S&P 500 subió más todavía, al igual que la víspera: el 0,61%. Finalmente, el Nasdaq se anotó el 0,56%.
En Wall Street ya se habla sin tapujos del 'put de Bernanke' como relevo del famoso 'put de Greenspan', es decir, la noción de que la Fed va a acudir al rescate de los inversores siempre que la bolsa amenace con desplomarse. Con esa seguridad, el dinero ha perdido el miedo y entra a raudales en el mercado. Algo que el presidente de la Fed quería eludir, pero que es un efecto colateral inevitable de la bajada de medio punto en los tipos interés.
También contribuyó a esta alegría un dato de IPC de agosto que mostró una caída del 0,1%, aunque la tasa subyacente subió el 0,2% como se esperaba. La nota negativa la puso el dato de viviendas iniciadas, que cayó el 2,6% hasta un mínimo de 12 años.
Tampoco hubo buenas noticias de la crisis de crédito desde el lado de las entidades. Si el martes Lehman Brothers daba una alegría con un impacto menor del esperado, ayer Morgan Stanley decepcionó con una caída del beneficio del 17%, peor de lo esperado. El valor cayó el 2,2%. Pero el mercado lo pasó por alto, porque al fin y al cabo es el pasado. Ahora lo que importa es el futuro, las expectativas de que la decisión de Bernanke arregle las cosas.
En otros mercados, el dólar recuperó parte del terreno perdido el martes y el euro recayó a 1,3962 dólares después de rozar los 1,40. Los bonos continuaron su descenso en precio y la subida de su rendimiento, en un movimiento de incremento de la pendiente de la curva de tipos (bajan los tipos a corto plazo y suben a largo) coherente con el recorte de la Fed y las menores expectativas de recesión. El tipo a 10 años subió al 4,54%. El que no para es el petróleo, que ayer superó los 82 dólares en Nueva York. Otro récord histórico, por supuesto.