Los precios mayoristas estadounidenses registraron en agosto un retroceso del 1,4% debido a la fuerte caída del precio de la gasolina, que provocó la mayor caída del precio de la energía en más de cuatro años. Por su parte el dato subyacente (sin alimentación ni energía) avanzó un 0,2% en agosto. Los expertos calculaban de media que el IPRI general se mantuviera sin variación en agosto tras el alza del 0,6% de julio. Tras el dato, el dólar se debilitaba contra el euro, ya que alimenta miedos de una ralentización en la economía de EEUU.