En medio de la vorágine de argumentos sobre si Bernanke debe bajar los tipos 0,25 o 0,50 puntos en la decisiva reunión de hoy, y sobre cómo se tomará el mercado cada escenario, los futuros sobre los 'Fed Funds' rebajan sus expectativas: ahora sólo esperan un recorte de 0,75 puntos en 2007.
Es interesante acudir a un elemento objetivo para medir las expectativas reales del mercado: los futuros sobre los 'Fed Funds', los instrumentos a través de los cuales la Reserva Federal inyecta liquidez en el sistema y fija los tipos de interés.
El futuro de octubre (el que recoge el impacto de la reunión de hoy) terminó ayer en el mercado CBOT de Chicago en el 4,88%, lo que implica teóricamente una probabilidad del 100% para un recorte de 0,25 puntos y del 50% para uno del 0,50. Ahora bien, Tony Crescenzi, columnista de 'RealMoney', advierte de que estos futuros llevan desde agosto cotizando por debajo de los tipos normales, por el efecto de las inyecciones de liquidez de la propia Fed para atajar la contracción de crédito del mes pasado.
Estas inyecciones han suprimido la contratación normal de 'Fed Funds' en las últimas semanas, por lo que no está claro si los futuros reflejan las expectativas de recorte de tipos o bien la probabilidad de que estos instrumentos sigan cotizando por debajo del tipo oficial de la Fed debido a las medidas extraordinarias adoptadas.
¿En qué proporción se encuentra cada cosa? Es muy difícil asegurarlo, pero Crescenzi estima que unos 5 puntos básicos (0,05 puntos porcentuales) corresponden a la reducción de la negociación de los 'Fed Funds'. Traducido a probabilidades, eso significa una posibilidad del 28% para un recorte de medio punto en la reunión de hoy. Es decir, que el mercado se inclina claramente por una bajada de sólo un cuarto de punto, frente a las expectativas más agresivas de hace tan sólo una semana.
Mirando más allá y teniendo en cuenta este fenómeno, el mercado contempla un 100% de probabilidades de que los tipos hayan bajado ese medio punto a 31 de octubre; es decir, que si no es hoy de golpe, será entre las reuniones de septiembre y octubre. Parece, por tanto, que da lo mismo una cosa que otra, pero no es asó: eso es importante porque retrasará todo el proceso de bajada de tipos.
La probabilidad de una bajada de 0,75 puntos a 31 de octubre ha bajado al 20%; a 31 de diciembre, el mercado descuenta también con seguridad del 100% esa bajada de 0,50 y le otorga un 84% a una bajada de 0,75. Si nos vamos al primer trimestre de 2008, está descontada una bajada de 0,75 puntos y hay un 50% de probabilidades para un punto entero.
Es decir, que el escenario más probable que contemplan los futuros es un recorte de 0,25 hoy, otro en octubre y otro en diciembre o en enero de 2008 (más o menos, el famoso escenario de Goldman Sachs). Y el mercado no tiene claro si la bajada llegará al punto entero en los próximos seis meses. Según Crescenzi, este escenario supone que el mercado ha reducido en un cuarto de punto sus expectativas acumulativas, y eso ha ocurrido en la última semana. Hasta entonces, se esperaban cuatro recortes de tipos este año, no tres como ahora.
Este columnista no entra en las razones para esta rebaja de expectativas, que se ha generalizado en los comentarios de analistas y periodistas de los últimos días (casi todos han pasado de hablar de un recorte casi seguro de 0,5 puntos hoy a referirse sólo a 0,25 puntos). Puede que el mercado piense que la crisis crediticia no es tan grave a pesar del dato de paro y que la economía sigue fuerte; o bien que Bernanke no quiere lanzar el mensaje de que la crisis sí es tan grave, aparte de evitar los riesgos inflacionistas y la pérdida de credibilidad que supone rescatar a los inversores irresponsables. Desde luego, el presidente de la Fed prefiere claramente bajar 0,25 que 0,50; otra cosa es que el escenario y los riesgos actuales se lo permitan.
Pero esta situación nos deja dos conclusiones. La primera es la ya señalada: que seguramente hoy tendremos un recorte de sólo un cuarto de punto. La segunda es que el mercado no se lo debería tomar demasiado mal porque es lo que se espera; e incluso podría tomárselo bien si el comunicado posterior a la reunión ratifica el compromiso de la Fed a seguir bajando todo lo necesario para atajar la crisis.