Menudo mes para habérselo tomado con distancia. Volatilidad, ruptura de soportes, rebote desde niveles clave a medio y largo plazo. Hubo de todo y al final puede que nada.
Cuentan que en agosto nunca pasa nada malo en Wall Street, y al final, con todo lo que ha podido llovernos encima en medio de un debilitamiento técnico sin precedentes desde que se retomase el mercado alcista de renta variable en 2002/2003, con el epicentro de una crisis crediticia focalizada precisamente en Estados Unidos, el dicho, avalado por la historia, ha acabado por ser cierto y despedimos agosto casi en el lugar en el que lo dejamos.
Con ello, consigue el mercado americano no confirmar la peligrosa vuelta mensual de julio y contener a unos bajistas que han puesto toda la carne en el asador llevando a la volatilidad a niveles que no se habían visto desde hacía años y al pesimismo hasta zonas extremas. Esto último, salvo en la antesala de un siempre imprevisible crash financiero, es técnicamente lo más alcista que puede decirse en estos momentos del mercado de valores. Salvo en estos casos excepcionales, niveles de falta de convicción alcista como los observados en agosto han sido siempre antesala de un suelo relevante.
Lo han tenido en sus zarpas los osos, ha estado muy cerca, es cierto que ha estado muy al alcance de los bajistas un cambio de tendencia de medio plazo. Pero al menos momento lo han dejado escapar, quedando el mercado en una tierra de gran incertidumbre técnica. Sinceramente, el peor de los escenarios para un trader puede ser el que tenemos: un penoso y largo movimiento lateral que no permite que entren tendencias suficientemente largas, ni al alza ni a la baja, como para disfrutarlas sin que el riesgo crezca desmesuradamente en fases intermedias y obligue a un cierre de posiciones que luego resulta innecesario.
Y así será hasta que llegue la buena, hasta que llegue el lobo y se lleve a legiones de incautos alcistas o bajistas por delante. Las bolsas han tenido un agosto para recordarlo, sólo los que viven pegados a las pantallas saben qué es lo que hemos visto, como cambian las sensaciones y la corre adrenalina. Volatilidad creciente (el VIX ha vuelto de repente a la vida de todos), miedo por todas partes, figuras bajistas que han llevado a muchos índices hasta esa fina línea que separa a la corrección de trading del cambio de tendencia a medio/largo plazo.
Ha sido impresionante, y cuando parecía que todo estaba perdido los mínimos de marzo del Standard & Poor's 500 y la directriz alcista de medio/largo plazo en el Eurostoxx 50, han frenado a unos bajistas que atacaron con un ímpetu no visto desde principios de siglo, cuando gobernaron los mercados de renta variable. Ha sido bonito, frustrante, peligroso, y toda una lección de humildad para los que pensamos que sabemos algo de esto que llamamos mercado.
Caer al abismo aún es posible, siempre lo es cuando se empiezan a romper soportes de importancia como sucede en un Ibex donde, por primera vez en muchísimo tiempo tenemos mínimos y máximos decrecientes en gráfico mensual, es posible porque más de medio mercado presenta pautas que se dan en todo cambio de tendencia (aunque también en simples correcciones).
Pero aunque es posible, está de nuevo tan lejano como lo estuvo en julio y ya empiezan a verse las primeras reestructuraciones alcistas convincentes. El toro ha salvado sus cuernos de nuevo y los bajistas puede que deban aguardar para mejor ocasión lo mejor de sus garras.
El viernes, de hecho, los alcistas se aventuraron con nuevos máximos crecientes en el Eurostoxx 50, lo que podría haber dejado una pauta de vuelta, pero esto se produzco sin la confirmación pertinente de las referencias norteamericanas más importantes, ni tampoco en dos elementos clave para comprender lo que está pasando en los mercados: los bonos viraron de nuevo al alza desde su directriz alcista, y el euro/yen, no pierdan de vista esta referencia, vivió una vuelta en un día cerca de 160.
Mientras no se bata esa referencia las divisas siguen sin haberse reordenado al alza y nadie que pretenda hacer un análisis pormenorizado del mismo puede pasar por alto una parte tan esencial del mismo, no corrijan los bonos, ni se perciba un descenso continuado de la volatilidad, yo no empezaría a dar por finalizadas las reservas del mercado en relación con la contracción de la liquidez. Sin ello, los alcistas aún tienen retos que superar para asentar de nuevo la tendencia de trading hacia el lado alcista.