Cortar los tipos ahora sería un error pero Ben Bernanke tiene que preparar el mercado para un cambio de rumbo de la Fed. En vísperas de la reunión de la Fed, la mayoría de los expertos no apuesta por un recorte de los tipos esta semana.
Pero resulta difícil pensar que Ben Bernanke se quede de brazos cruzados ante el riesgo creciente de una restricción de la liquidez.
La opción dura será si el consejo anticipa la crisis y rebaja los tipos. No es tradición y, aunque sea paradójico, es probable que el mercado acogiera mal una medida que juzgaría precipitada o reveladora de una situación más grave de lo que nadie imaginaba. Dudamos de que Bernanke quiera asumir un riesgo así.
La opción suave sería que el consejo comenzara a preparar a Wall Street a la idea de una baja de los tipos para septiembre u octubre. Varios argumentos van en este sentido. Bernanke posee un sólido conocimiento de la historia financiera y controla perfectamente los riesgos asociados a las crisis de liquidez. Sabe que tendrá que bajar los tipos. Sabe también que el calendario es importante si no quiere quebrantar la confianza. Hasta ahora, la Fed ha mantenido una discreción extrema. Bernanke tiene por lo tanto todos los cartuchos en su mano para demostrar a los inversores que las autoridades monetarias están muy al tanto de todo y que están dispuestas a intervenir.
Puede hacerlo publicando un comunicado más incisivo que de costumbre e insistiendo en su preocupación por el crecimiento de la economía. También podría hacer entender que la gestión de la liquidez es prioritaria. Pero sea cual sea la redacción del comunicado, queda por ver si será suficiente para el mercado.