En el ecuador de la sesión nos encontramos ante una jornada en la que lo más destacable es ver como los principales índices europeos han vuelto a reaccionar positivamente tras alcanzar la zona de soporte crítica que de forma general presentan en los mínimos del pasado 7 de mayo.
Esos mínimos llegaron a ser perdidos de forma intradía durante la sesión de ayer pero al cierre, que es lo que cuenta, fueron mantenidos a la perfección. El mercado europeo volvió a ser salvado por la campana, concretamente la que sonó en Wall Street, que ejerció nuevamente como líder y salvador de una situación que se presumía crítica para el devenir de las bolsas no solamente a corto sino a medio plazo.