El petróleo subió ayer 2 dólares, a un máximo de 8 meses de más de 70 dólares el barril, en medio de fallas en refinerías estadounidenses que cortaron suministros de gasolina en el principal consumidor mundial antes de la demanda máxima del verano boreal. El crudo Brent de Londres cerró con un alza de 2,3 dólares, o un 3,4 %, a 70,27 dólares el barril, luego de tocar los 70,33 dólares, el nivel más alto desde el 1 de septiembre del 2006. El crudo estadounidense avanzó 2,31 dólares y concluyó la sesión a 64,86 dólares. Los futuros de gasolina en la Bolsa Mercantil de Nueva York subieron más de un 4 %, a 2,4366 dólares por galón. Los inventarios de gasolina están alrededor de un 7 % por debajo del nivel de hace un año, tras una serie de fallos operativos que disminuyeron la producción. Las importaciones estadounidenses de gasolina crecieron fuertemente en las últimas semanas para compensar la escasez. Las compras al exterior sumaron 1,5 millones de barriles por día (bpd), el quinto nivel más alto del que se tenga registro, pero los inversores no se han sentido muy cómodos. Las naciones consumidoras han pedido a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que eleve su bombeo, pero el grupo que suministra un tercio del crudo que consumo el mundo no lo considera necesario. Su próximo encuentro fue programado para septiembre. La OPEP está increíblemente relajada con el actual estado del mercado, dijo Barclays Capital. Sin ese incremento, esperamos que el mercado se sobrecaliente en la segunda mitad del año , agregó. Abdullah al-Badri, secretario general de la OPEP, dijo que el grupo estaba contento con el actual rango de precios. No deseo ver un precio bajo ni tampoco un precio alto, agregó.