Semana de terrible castigo pese a la recuperación del pasado viernes, que agranda el proceso bajista alertado por Bolságora desde la pérdida de los 1,48.
Situación de corto plazo:
Cuando perdimos los 1,48 no considerábamos que fuera necesario a llegar a las puertas de una macro formación de cabeza y hombros al estilo de la que se formó contra las divisas europeas a principios de los años 90, antes de la llegada del euro. Pero eso no ha impedido que hayamos mantenido un sesgo potencialmente bajista en tendencia incluso cuando el euro/dólar jugó con la ruptura con hueco de los 1,36. Ahí estamos, en una zona de clave de largo plazo y sin un recuento de onda capaz de evitarlo, al menos aparentemente. De hecho, la confirmación llegará con la pérdida de un 1,235 que, visto lo visto y pese a la recuperación del viernes, no parecen estar demasiado lejos en el tiempo. Ni siquiera parece probable, a la vista del recuento que adjuntamos, un rebote muy relevante.
Situación tendencial:
Mantenemos la idea de que los precios avanzan hacia los 1.235 con muy poca confianza en un eventual patrón de vuelta sobre la misma que permita poner fin al proceso correctivo nacido en 2008. Crecen los bajistas con enorme confianza y plantean ya abiertamente un cambio de tendencia en el largo plazo.