El índice que debe confirmar la vuelta a la tendencia no tiene muy buena pinta por fundamentales. El Dow Jones Industrial, el índice más conocido del mundo, tiene un hermano pequeño al que muy pocos prestan atención, el Dow Jones Transportes.
Entre esos pocos, los buenos analistas técnicos, que utilizan entre sus herramientas la teoría de Dow, de la que les hemos hablado de vez en cuando en Bolságora. Y esta teoría nos puede proporcionar esta semana una confirmación de los máximos históricos del Industrial de la semana pasada... o desmentirlos y anunciar una vuelta al movimiento lateral.
La teoría de Dow -la más antigua del análisis técnico- sostiene que una tendencia alcista queda confirmada cuando el Dow Jones Industrial y el Transportes alcanzan conjuntamente nuevos máximos, y una tendencia bajista se confirma cuando alcanzan nuevos mínimos. Si uno de los dos alcanza máximos y el otro no, estamos ante una "no confirmación" que suele dar lugar a un cambio de tendencia.
La semana pasada, el Transportes hizo máximo histórico intradía, pero no de cierre, lo que deja las espadas en alto para esta semana. A finales del año pasado, el Transportes se vino abajo cuando el Industrial subía, lo que provocó temores a una ralentización económica (las confirmaciones alcistas de Dow lo son tanto para la bolsa como para la economía, en teoría). En efecto, esta divergencia anunciaba la ralentización económica que hemos visto en los últimos meses, por culpa del mercado inmobiliario y de las hipotecas 'subprime'.
Sin embargo, el Transportes marco máximo histórico a principios de febrero, lo que suponía la ansiada confirmación de Dow. Luego vino la corrección en ambos índices y ahora de nuevo estamos en la hora de la verdad: el Industrial ha roto al alza y el Transportes debe confirmar la ruptura, o desmentirla.
Hay bastantes esperanzas puestas en este índice, después de que Warren Buffett anunciara la toma de una importante posición en la ferroviaria Burlington Northern Santa Fe, miembro del Transportes, y de que un hedge fund hiciera lo propio en otra empresa del sector, CSX.
Problemas fundamentales
El problema es que los fundamentales no acompañan: el tráfico de mercancías por tren ha caído en los últimos meses por la menor demanda de las constructoras y los fabricantes de coches, y varias ferroviarias, como Union Pacific, han dado 'profit warnings' recientemente. Burlington y Norfolk Southern dan sus cuentas esta semana. Los demás sectores del Transportes tampoco dan razones para la esperanza: las aerolíneas están estancadas este año por la nueva subida del petróleo, y los volúmenes de transporte por carretera también bajan
Ahora bien, tampoco hay que tomar la teoría de Dow como un artículo de fe. Por ejemplo, en 2002 el Transportes cayó más del 30% y la economía inició su expansión actual. Ahora, los inversores que están entrando en el mercado apuestan por un giro al alza de la economía, pero pueden llevarse un chasco, según algunas firmas como Northern Trust.
No obstante, el intento de ruptura del Transportes es un elemento importante en el puzzle de Wall Street, y la indecisión del mercado responde las dudas del análisis fundamental -que al final se resumen en el tantas veces citado dilema de Bernanke entre subir los tipos y arriesgarse a provocar una recesión o bajarlos y asumir una explosión inflacionista-. Es decir, las dudas del mercado no hacen más que responder a las dudas sobre la economía y el Transportes puede ser un elemento clave del debate más general sobre techo o continuidad alcista.
La conclusión es evidente: si tenemos ruptura de los máximos del Transportes, el mercado nos mandará una señal alcista muy fuerte. Pero si falla, tampoco se podrá ignorar el mensaje de esta divergencia de Dow.