El importante rebote que comenzó el miércoles en la zona crítica de los 12.000 puntos del Dow Jones -y que ayer se trasladó con entusiasmo a las bolsas europeas- continuó anoche en Wall Street. No obstante, perdió bastante impulso, y los índices incluso entraron en negativo en varios momentos de la sesión.
El Dow acabó con un alza del 0,22% hasta 12.159 puntos. El S&P 500 le superó con una subida del 0,37% y el Nasdaq -que también rebotó la víspera en su soporte clave- se anotó otro 0,29%.
En estos momentos decisivos, estas sesiones son muy difíciles de interpretar. Los que ven la botella medio llena (la mayoría de los analistas) señalan la fortaleza de un mercado capaz de seguir subiendo en un día con unas referencias económicas muy preocupantes. Incluso hablan de un doble suelo técnico. Los pesimistas, sin embargo, alertan de que el rebote -pese a todo- ha sido muy pequeño y que hace falta superar niveles mucho más arriba para dar por terminada la corrección. El ejemplo del exceso de confianza de la semana pasada es muy ilustrativo.
En efecto, ayer los datos económicos no pudieron ser peores para el escenario maravilloso de crecimiento sin inflación de Bernanke. Los precios industriales subieron un inesperado 1,3% en febrero, cuando se preveía sólo un 0,6%. La tasa subyacente (el 0,4%) también duplicó las expectativas, lo que en teoría impide que la Fed baje los tipos. Y eso ocurre justo cuando el crecimiento flaquea claramente: tanto el índice de la Fed de Filadelfia como el de Nueva York registraron fuertes caídas de la actividad en esas regiones. Datos que hay que sumar a la debilidad de las ventas minoristas conocidas el martes.
Pero dio igual. Tocaba rebotar y el mercado rebotó. La cuestión es si será capaz de ir mucho más lejos con un deterioro del entorno como éste. Porque la crisis de las hipotecas 'subprime' sigue creciendo (aunque ayer uno de los afectados, Bear Stearns, dio unos resultados mejores de lo esperado). Ayer aseguró la crisis no es pequeña y que se extenderá al resto de la economía... ¿Lo adivinan? Sí, el mismísimo Alan Greenspan, el hombre que dio el detonante para la corrección de las bolsas con sus expectativas de una recesión en EEUU.
En otros mercados, el dólar volvió a caer frente a un euro que se colocó en 1,3234 tras los datos económicos. Los bonos cerraron planos, ya que la subida de la inflación 8alcista para los tipos) fue anulada por la caída de la actividad (bajista para los tipos). Su rentabilidad acabó en el 4,53%. El petróleo siguió cayendo hasta 57,55 dólares tras la reunión de la OPEP que decidió no recortar la producción.