El petróleo subió el miércoles, debido a que una caída en los suministros de combustible en Estados Unidos contrarrestó las preocupaciones acerca de la salud económica de grandes naciones consumidoras de energía. El crudo estadounidense cerró con un alza de 38 centavos, a 61,70 dólares el barril, luego de haber cotizado hasta en un mínimo de 59,92 dólares. Los datos gubernamentales de inventarios estadounidenses mostraron caídas mayores a las esperadas en las existencias de gasolina y destilados durante la semana pasada, con un descenso en las del combustible para motor de 1,9 millones de barriles. Los inventarios de destilados, que incluyen el combustible para calefacción, cayeron 3,8 millones de barriles, mientras que la demanda continuó siendo fuerte: la demanda de petróleo estadounidense en febrero fue la más alta de la historia, de 21,8 millones de barriles por día, con un incremento de un 7,5 por ciento sobre los niveles del año pasado.