Puede que, al final, los que en la sesión del martes veían la botella medio vacía tengan razón. La falta de fuerzas evidenciada la víspera se convirtió ayer directamente en caídas, que encontraron el detonante perfecto en un dato de IPC en Estados Unidos mucho peor de lo esperado.
Ahora bien, tampoco es que el mercado se desplomara. El Dow Jones cedió el 0,38%, el S&P 500 se dejó un magro 0,18% e incluso el Nasdaq acabó subiendo el 0,21%, con lo que se mantiene por encima de los 2.500 puntos. Y ya saben que la clave de la continuidad de la subida está en el índice tecnológico.
Así pues, por el momento todo sigue igual y el escenario más probable es el de continuidad alcista. Lo de esta semana no parece más que una consolidación después de marcar máximos históricos. Ahora bien, el dato de IPC puede hacer cambiar el escenario fundamental en el que se basaba la ruptura alcista. Si eso se confirma, podríamos ver una corrección importante, incluso violenta.
El IPC subió el 0,2% en enero, cuando se esperaba un 0,1%; peor aún, la tasa subyacente, la que más preocupa a la Fed, también superó las expectativas con un aumento del 0,3% que la lleva de nuevo por encima de la "zona de confort" del 2% interanual. Aunque las actas de la última reunión de la Fed, conocidas ayer por la noche, relajaron algo los temores, lo cierto es que la inquietud sobre los tipos ha vuelto al mercado.
El regreso de los temores inflacionistas se trasladó a las materias primas: el petróleo rompió al alza por fin los 60 dólares -en esto colaboró también Irán- y el oro se disparó 23 dólares de golpe hasta 684. Los bonos cayeron en precio y su rentabilidad se elevó al 4,69%. Y el dólar también reaccionó con alzas al IPC, aunque el euro aguantó por encima de 1,31 dólares.
El valor que arrastró a la baja al Dow fue HP, que se desplomó el 4,7% pese a que sus resultados fueron mejores de lo esperado y a que elevó sus previsiones. Se ve que el mercado esperaba más. En el otro lado, el artífice de la subida del Nasdaq fue el que nunca falla, Apple, que se anotó el 3,8% gracias a una mejora de estimaciones de los analistas.