El comunicado de la Fed muestra un compromiso que los analistas consideran insostenible en el futuro.Más allá de la opinión obvia sobre el comunicado de la Fed -que presenta el mejor escenario posible para la bolsa, el famoso goldilocks, con una reactivación del crecimiento sin presiones inflacionistas-, los analistas coinciden en que el texto es fruto de un difícil compromiso entre las dos facciones enfrentadas del banco central estadounidense.
Y también coinciden en que no puede mantenerse mucho tiempo. Bernard Baumohl, del Economic Outlook Group, identifica esas facciones: por un lado, los que temen que las presiones inflacionistas se reanuden en breve por la reaceleración de la economía y las tensiones en los mercados laboral y de materias primas (los halcones); por otro, los que creen que la inflación está controlada y no va a acelerarse en un futuro cercano (las palomas).
El compromiso entre ambos bandos se plasma en el cuarto párrafo del comunicado, que dice literalmente: "El Comité considera que permanecen algunos riesgos inflacionistas. El alcance y el momento de un endurecimiento adicional (subida de tipos) que podría ser necesario para afrontar estos riesgos dependerá en la evolución de las previsiones tanto de la inflación como del crecimiento económico, de acuerdo con la información que se reciba". Un párrafo que se aparta de la claridad impuesta por Bernanke y recuerda a los tiempos de las contradicciones permanentes de Greenspan.
"¿Quién pestañeará primero, los halcones o las palomas?", se pregunta Todd Harrison¸ presidente de Miyanville. También afirma que los mercados pueden estar cumpliendo el dicho de que "cuando llegas a donde querías estar, el viaje se ha terminado". Los mercados llegaron ayer donde querían gracias al comunicado de la Fed.
Al parecer, la mayoría de los analistas dan como vencedores de esta batalla a las palomas. Es decir, el consenso sigue esperando una bajada de tipos -aunque ya no en el primer semestre, sino en el segundo- porque el crecimiento se ralentizará en la segunda mitad del año. Los más pesimistas se apuntan al escenario, expuesto por Bolságora hace unos días, de que los tipos permanecerán sin cambios durante todo el año. Pero casi nadie se cree que se reanudarán las subidas de tipos por culpa de las tensiones inflacionistas que apareja el mayor crecimiento económico (aunque Lehman Brothers, que no espera movimientos en 2007, reconoce que las probabilidades de una subida de tipos son mayores que las de una bajada).
Los halcones no tienen seguidores, al menos de momento... Por eso, el mayor riesgo que parece emerger del nuevo escenario del mercado es precisamente que este bando tenga razón, imponga sus tesis y fuerce nuevas subidas de tipos. No porque esto sea malo en sí, sino porque los analistas no han completado su cambio de escenario respecto a la economía y los tipos. Por ahora, se han quedado a medio camino.