Google cae el 2% en el 'after hours' porque sólo bate las expectativas, no las destroza. El mercado premia a los valientes, y los que el martes se arriesgaron a ponerse alcistas en vísperas de la reunión de la Fed tuvieron ayer su premio.
Los chicos de Bernanke no pudieron dar un mensaje más maravilloso para el mercado, lo que alimentó una fuerte subida de los índices.
El Dow Jones llegó a subir más del 1% y marcó máximo histórico intradía, pero al cierre moderó el alza hasta el 0,79%. El S&P 500 se anotó el 0,66% y el Nasdaq, el 0,62%. Todo indica que estamos ante el ataque definitivo a las resistencias y esta vez parece que hay fuerzas para batirlas. Aunque nunca se sabe...
El mensaje de la Fed planteó el escenario soñado por la bolsa: la economía está más fuerte de lo que parecía - algo que había confirmado el dato del PIB del cuarto trimestre unas horas antes, con un impresionante crecimiento del 3,5%- pero las presiones inflacionistas están disminuyendo. Es decir, no hay riesgo de recesión, los beneficios empresariales pueden seguir creciendo y no hace falta subir los tipos. ¿Qué más se puede pedir?
Tan maravilloso es este escenario que los bonos se dispararon al unísono con la renta variable. La subida del precio se tradujo en una caída de la rentabilidad hasta el 4,83%. El petróleo comenzó corrigiendo tras un aumento de las reservas, pero se dio la vuelta y retomó la escalada del martes hasta superar los 58 dólares. El dólar comenzó al alza pero también cambió de rumbo; el euro recuperó los 1,30 dólares.
Por valores, sobresalió el 4,1% con que recibió Boeing sus buenos resultados. Tras el cierre, llegó el colofón de la jornada: los resultados de Google. El gigante de Internet batió las previsiones de los analistas, pero no las destrozó como solía hacer en trimestres anteriores. Google es el Inditex de EEUU: todo el mundo espera que supere ampliamente los objetivos, y si los supera solamente por un poco, es castigado. Así fue: el valor cayó el 2% en el 'after hours'.