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La temida ralentización de los beneficios empresariales podría llegar esta temporada

Ainhoa Giménez, Bolságora
10/01/2007 - 0:14
Ilustración eE

Con la presentación de las cuentas de Alcoa ha quedado oficialmente inaugurada la temporada de resultados del cuarto trimestre en Wall Street. Una temporada que, con toda probabilidad, marcará el decimocuarto trimestre consecutivo de crecimiento de los beneficios por encima del 10%.

Las previsiones para el S&P 500 son de un crecimiento del 9,9%, pero las previsiones han sido sistemáticamente superadas por la realidad en los últimos años.

Las empresas han conseguido este récord manteniendo bajo control los costes; algo muy meritorio en un entorno de subidas de tipos, de la energía y las materias primas, por lo que el ajuste ha recaído en los salarios. Desde hace más de un año, los economistas han predicho una subida de los costes mayor que la de las ventas, lo que contraería los márgenes y ralentizaría los beneficios. De momento se han equivocado, pero puede que ahora tengan razón.

Las señales previas al inicio de la temporada no han sido muy alentadoras: los profit warnings de empresas de sectores tan distintos como Lennar (constructora) y Motorola son preocupantes. Es decir, existe un riesgo de decepción de las expectativas en prácticamente todos los sectores, incluidas las dos grandes promesas de la temporada: financieras y tecnológicas.

Doug Cliggott, director de inversiones de Dover Management, explica que las empresas norteamericanas se han beneficiado de la caída de la tasa de ahorro: en términos simples, el gasto de los hogares alimenta los beneficios corporativos, mientras que el ingreso de los hogares (los salarios) suponen el principal coste de las compañías. Lo cual significa que, cuando el gasto crece más rápido que los ingresos, impulsa los márgenes. A eso hay que sumar al Estado, que también ha estado gastando más de lo que ingresa con los impuestos.

Pero resulta que ahora las familias están recuperando su capacidad de ahorro y el crecimiento de los ingresos empieza a superar el de los gastos. Mientras tanto, unos impuestos más altos y una mayor disciplina del gasto público están reduciendo el déficit público. Esta situación puede perfectamente dar la vuelta a la expansión de los márgenes.

"Añádase una economía que se está ralentizando en todas las áreas, y tenemos la receta para un crecimiento de las ganancias mínimo o nulo", concluye Cliggott. Tal vez sea una exageración o una previsión demasiado prematura. Pero no son pocos los que consideran esta situación inevitable. La cuestión es cuándo llegará.