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Los resultados de Alcoa pueden dar la respuesta al enigma del desplome de las materias primas

Ainhoa Giménez, Bolságora
9/01/2007 - 0:24
Sede de Alcoa. Foto: Bloomberg

Hoy comienza oficialmente la temporada de resultados del cuarto trimestre en EEUU. Y lo hará, como siempre, con los de Alcoa, el mayor fabricante de aluminio del mundo. Una empresa tan cíclica suele ser un buen referente sobre la marcha de la temporada. Pero en este momento, sus cuentas cobran una importancia inusitada.

¿La razón? El desplome de las materias primas en la última semana, en especial de los metales industriales.

Las previsiones del consenso son una espectacular subida del 88% en el beneficio por acción, hasta 66 centavos. Las previsiones son más moderadas en lo que se refiere a los ingresos: aumento del 14% hasta 7.600 millones de dólares. Detrás de estos crecimientos se encuentra una subida del 23% del precio del aluminio en los últimos 12 meses, hasta 1,32 dólares por libra.

A priori parece un escenario de color rosa. Sin embargo, no lo es, ya que toda la atención estará puesta en sus previsiones de futuro, no en sus resultados pasados. Y ahí es donde aparecen las preocupaciones por el reciente desplome de los metales. Los clientes de Alcoa (AA.NY) pertenecen a casi todos los sectores industriales de EEUU; y es sabido que la producción industrial se ha ralentizado en el último trimestre por la menor fabricación de coches y la caída del mercado inmobiliario.

Y no sólo hablamos de EEUU: compañías como Alcoa tienen un asiento en primera fila para contemplar la situación de la industria china y de otros países emergentes. Ahí reside una de las claves de los resultados de la empresa: "Lo que esperan los inversores es que el crecimiento de estos países anule el impacto de la ralentización en EEUU", aseguran en Barclays Global Investors. De ahí que haya un gran interés en sus previsiones sobre la demanda emergente.

Unas previsiones en este sentido serían muy bien recibidas por los analistas, ya que casarían con el escenario de aterrizaje suave y con unas previsiones de crecimiento de los beneficios de las empresas del S&P 500 en torno al 10% gracias a la demanda exterior. Es decir, el escenario alcista para la bolsa. Pero unas previsiones sombrías reforzarían el mensaje del hundimiento de las materias primas: un aterrizaje brusco en EEUU y un debilitamiento de los países emergentes.

En octubre, los resultados del tercer trimestre de Alcoa decepcionaron amargamente al mercado debido a una caída del aluminio y a una subida de los costes. El día de su publicación, el valor bajó el 5%. Posteriormente, la empresa anunció un amplio programa de reestructuración que reduciría su plantilla en un 5% y segregaría su unidad de aleaciones. Gracias a ello, las acciones remontaron hasta lograr una subida del 7% en el cuarto trimestre (aunque el saldo de 2006 es un mísero 1,5%).

Sin embargo, los analistas han rebajado sus expectativas de beneficios por culpa de una huelga de ocho semanas en su planta de Cleveland y por el impacto de la debilidad del dólar en sus importaciones de aluminio en bruto: "Esperamos que el dólar débil y unas flojas ventas anulen la fortaleza del precio del aluminio", asegura Morgan Stanley, que ha rebajado su previsión de 68 a 60 centavos por acción.

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