A estas alturas, todos ustedes ya saben que el escenario central de los analistas de Wall Street para 2007 es bastante optimista y que se basa en un aterrizaje suave de la economía de EEUU. Pero hay dos riesgos un aterrizaje brusco (una recesión) y un crecimiento superior al esperado, que paradójicamente sería bajista para la bolsa.
Si usted es de los que creen que los aterrizajes suaves no existen -nunca se han dado en la historia, aunque otra cosa es si el ciclo actual ha llegado ya a su fin-, y cree que el mensaje de las materias primas es el preludio de un aterrizaje brusco, ¿cómo puede gestionarlo como inversor?
Susan Walter, reportera de MarketWatch, propone tres soluciones -aparte de guardar todo su dinero en el bunker de Dick Cheney- para salir indemne de un aterrizaje brusco: tomar una postura agresiva en las materias primas, diseñar una estrategia basada en el comportamiento de los índices en enero o hacer caso a los que aseguran que un crash de la bolsa ya a comenzado, por increíble que parezca.
Según Jeffrey Kennedy, analista de Elliott Wave Internacional, las materias primas son las que ofrecen mayor oportunidad de ganancia ante una caída de la bolsa (para los que invierten sólo al alza, se entiende). Esto parece incongruente con un escenario de recesión, pero la idea es que estas grandes oportunidades no se van a dar en el conjunto de materias primeras, sino sólo en algunas: las agrícolas, en especial la soja y el cacao. Los gráficos de ambas presentan unas correcciones a punto de terminar para dar paso a fuertes subidas impulsivas (en cinco ondas de Elliott) que llevarán su precio mucho más arriba de sus máximos históricos.
Las jugadas agresivas pueden hacerte rico o arruinarte. Los que no quieren jugar tan fuerte pueden tener en enero una gran oportunidad para reflexionar antes de tomar decisiones, ya que este mes se van a definir los soportes y resistencias clave para el resto del año. Eso se consigue, según Kennedy, aplicando la serie de los números de Fibonacci (la proporción de oro de la naturaleza que aparece en El código Da Vinci y en la que se basa la teoría de la onda de Elliott) a los máximos y mínimos que dejen los índices este mes: se multiplican por 1, 1,618, 2,618 y 4,236; al sumarlos a los máximos y restarlos a los mínimos, se obtiene una tabla de niveles de soporte y resistencia para todo el año. Así, si un índice empieza a estancarse al acercarse a uno de estos niveles, lo más probable será un cambio de tendencia. Si, por el contrario, rompe uno con facilidad, la tendencia continuará hasta el siguiente nivel (sea al alza o a la baja).
Difícil de creer con el Dow Jones en máximos históricos, ¿verdad? Sin embargo, el conocido gurú Bob Prechter considera que los máximos son una "cortina de humo" para enmascarar la verdadera historia. A su juicio, el Dow ha protagonizado un rally de mercado bajista en dólares, pero el mercado está experimentando un "crash silencioso" en términos del oro y las materias primas que el Dow Jones puede comprar. Por ejemplo, si se mide el Dow en onzas de oro, ha caído un 64% desde su máximo de julio de 1999. Si le hacemos caso, lo mejor sería liquidar todas nuestras posiciones en bolsa, al menos en EEUU. Pero cuidado: Prechter es un siemprebajista que en los últimos años ha sido vapuleado por el mercado; esta ocurrencia de medir el Dow en onzas de oro parece un intento de defender lo indefendible: que a pesar de todo, él tiene razón.