Si el miércoles eran las viviendas nuevas las que mostraban una recuperación, ayer ésta era confirmada por las usadas. Que son más importantes, puesto que el descenso de precios se ha dado sólo en la segunda mano: los propietarios que se cansan de esperar pare vender su casa acaban bajando el precio. En noviembre, las ventas de segunda mano subieron un sorprendente 0,6%, cuando se esperaba una nueva caída. Asimismo, el inventario de casas sin vender bajó un 1%. Aunque el precio medio de venta cayó el 3,1% en términos interanuales, y aunque las ventas registran un descenso del acumulado del 10,7% en 12 meses, los analistas interpretaron el dato como un signo más de que la corrección inmobiliaria ha tocado suelo. Si es así, la economía retomará su velocidad de crucero... y la Fed no bajará los tipos.