La gran estrella tecnológica de 2006, con permiso de Google, tiene problemas. Apple está envuelta en un presunto escándalo por las opciones sobre acciones (stock options) recibidas por su presidente, Steve Jobs, sin la pertinente aprobación del consejo. Según el Financial Times, se trata de 7,5 millones de opciones entregadas en 2001, y existen serias sospechas de manipulación documental para autorizar su entrega. En todo caso, Jobs renunció a sus opciones antes de ejercitarlas, con lo que no se benefició de ellas. Pero EEUU no es España y no vale todo como aquí: allí no hace falta que un presidente haga algo ilegal para que dimita; basta con que se demuestre un comportamiento poco ético. La mujer del césar no sólo debe ser honesta, sino parecerlo.