El último informe de la OPEP destaca los riesgos de un estancamiento del mercado
Tras una subida de 6 dólares hacia los 64, el precio del barril de petróleo gira en torno a 62 dólares. Algunos analistas piensan que esta consolidación se debe al suave invierno que estamos teniendo, tanto en EEUU como en Europa. Es probable, pero resulta insuficiente para comprender los titubeos del mercado.
La subida de las 4 últimas semanas se ha visto alimentada por el rebote de los precios en su soporte de largo plazo. Se ha producido también por las sucesivas decisiones de la OPEP de reducir su producción en un total de 1,7 millones de barriles para purgar al mercado de los excedentes acumulados y para prevenir otra caída de los precios por debajo de los 60 dólares.
Esta estrategia tuvo cierto éxito en el corto plazo. Pero cabe preguntarse si puede estabilizar los precios en un plazo más largo. La decisión de realizar un nuevo recorte reveló la semana pasada la dificultad que tiene la OPEP de cumplir las decisiones ya tomadas. La organización reconoce a su manera que, pese al recorte decidido en octubre, el mercado sigue acusando un exceso de abastecimiento susceptible de romper el equilibrio del mercado después del invierno en el hemisferio norte.
Los propios economistas de la OPEP reconocen la fragilidad de la situación. En el último informe de la organización, prevén un aumento de la demanda mundial de 1,3 millones de barriles diarios, compensado con creces por un aumento de 1,8 millones de barriles diarios de los suministros de los países no pertenecientes a la OPEP. El efecto neto será negativo para la OPEP; esto es preocupante para la organización si se tiene en cuenta el riesgo de una demanda mundial aún más débil si China y Estados Unidos sufren una desaceleración de su economía superior a la prevista.
Por todos estos motivos, la zona de los 64-65 dólares cristaliza las dudas del mercado. Es una zona crítica y no es de extrañar que los precios se tomen un respiro. Allí está la última resistencia en el camino hacia los 70 dólares. Si se agota el crecimiento americano, dudamos de que el control de la OPEP sea efectivo y el mercado se verá tentado de probar de nuevo los 55 dólares. Si por el contrario se confirma el hecho de que EEUU está ya tocando los mínimos de crecimiento y rebota en los próximos meses, el crudo no tendrá mayor dificuldad para atacar la zona de los 70 dólares.