Hoy volverá a escenificarse el enfrentamiento que viven desde hace meses los mercados con la Reserva Federal respecto al escenario económico en EEUU.
Los primeros confían en que las rebajas de tipos llegarán a principios de 2007, y tienen a su favor la debilidad de la mayoría de los datos económicos. Pero Bernanke y sus muchachos insisten en que el principal riesgo es la inflación, no el crecimiento, lo que apunta a que los tipos no van a bajar... e incluso a que van a subir.
"En algún momento, o bien la Fed o bien el mercado tendrá que parpadear. Pero no es probable que ocurra pronto. Los datos se mantienen suficientemente flojos para que los inversores suspiren por las bajadas de tipos, pero no tanto -especialmente con la inflación todavía tan alta- para que la Fed ni siquiera sugiera que estas bajadas están en su mente", resume la situación Rex Nutting, economista de MarketWatch.
En la reunión de hoy se espera que la Fed mantenga sin cambios su comunicado, es decir, que insista en que el peligro inflacionista es superior al riesgo de una recesión. Y este peligro puede ser corroborado el mismo viernes, cuando se publique el IPC de noviembre.
El escenario del mercado se tambaleó el viernes con la publicación de un dato de empleo mucho más fuerte de lo esperado. Prueba de ello fue el batacazo del precio de los bonos y la consiguiente subida de su rentabilidad. Un elevado ritmo de creación de empleo implica presiones salariales e inflacionistas, lo que apoya la tesis de la Fed. Sin embargo, los analistas creen que el dato de empleo tampoco es tan fuerte como para hacer que la Fed oscile hacia el otro lado y se plantee volver a subir los tipos.
"El dato de paro fue perfecto para que la Fed mantenga los tipos y siga diciendo que está preocupada por la inflación", según PNC Financial. Goldman Sachs añade que "sin grandes daños por el momento en el mercado laboral, dudamos que la Fed haga mucho más que jugar con los márgenes del comunicado posterior a la reunión".
No obstante, el enfrentamiento entre el mercado y la Fed no es tan grande como parece. Al fin y al cabo, Wall Street ha asumido que se va a cumplir el objetivo de la política actual de la Fed: pilotar un aterrizaje suave, en el que el crecimiento se ralentice y las tensiones inflacionistas se moderen, pero sin llegar a una recesión. Y esa política, de momento, no consiste en bajar los tipos.
De hecho, Joshua Shapiro, economista jefe de MFR, vuelve a utilizar una palabra que no se oía hace meses para definir el escenario actual: Goldilocks (mundo maravilloso). En ese mundo maravilloso viven las bolsas mundiales. Veremos si el sueño continúa en 2007 o si nos despertaremos bruscamente.