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Los valores pequeños arrasan en EEUU a pesar de los consensos de analistas... igual que en España

Ainhoa Giménez, Bolságora
29/11/2006 - 0:14

Los grandes titulares sobre la racha de máximos históricos del Dow Jones -hasta la reciente corrección- han ocultado que los valores pequeños y medianos están otra vez desmadrados. De hecho, han vuelto a batir al índice de los grandes valores en el cuarto trimestre, lo que les coloca por delante en el conjunto de 2006.

Algo que también sucede en España, donde las mayores subidas las capitalizan los nombres pequeños, y donde algunos de ellos siguen eufóricos.

El índice más seguido de estos valores en EEUU, el Russell 2000, ha subido el 9,25 en lo que va de trimestre y acumula un 18% en el año; mientras tanto, el Dow Jones se anota el 5,1% en el trimestre y el 15% en el año. La última vez que el Russell batió al Dow fue en el primer trimestre. En España, el Ibex Mid Cap acumula un 33,94% en 2006 y el Ibex Small Cap se anota el 49,42%, frente al 27,93% del Ibex 35.

Este comportamiento es una nueva bofetada (otra más) para el grueso de los analistas, que insisten en que las grandes empresas están en mejor posición para aguantar la ralentización de la economía. Ni siquiera la buena marcha del Russell les ha hecho cambiar su opinión, aunque sí les ha hecho reconocer que los valores pequeños pueden tener algo más de recorrido a corto plazo.

Según Robert Schaeffer, de Becker Value, estos valores se están beneficiando de que estamos en una "tierra de nadie" entre una ralentización económica y una recesión. Aunque él descarta este segundo escenario, opina que la mera posibilidad de una recesión suele llevar a los inversores históricamente hacia los valores grandes.

Mientras eso ocurre, los mismos factores que han llevado al Dow Jones a máximos están impulsando también a las pequeñas empresas. Por ejemplo, la caída de los precios de la energía, por ejemplo, ha elevado la renta disponible de los consumidores para gastar en los productos y servicios tanto de las grandes como de las pequeñas empresas. Otro ejemplo: los bajos tipos de interés de los bonos reducen los gastos financieros de ambos grupos por igual.

Pero las small caps han disfrutado en las últimas semanas de un hecho diferencial que seguro les suena: las operaciones corporativas. Unas cuantas operaciones en Wall Street han generado grandes esperanzas de que estamos en un largo período de consolidación, como corresponde a los mercados alcistas maduros como éste; y en esos períodos, las pequeñas empresas son las más beneficiadas. En España sabemos de sobra que las grandes no están excluidas de las fusiones y adquisiciones (y más con el capital riesgo, constructoras incluidas, con la escopeta cargada), pero es lógico que se hagan más operaciones entre pequeñas compañías que entre las grandes.

Ahora bien, el Russell 2000 adolece de una debilidad a medio y largo plazo: el enorme peso de bancos y financieras en el índice, ya que alcanzan un tercio del total. En un entorno como el actual, de cambio de ciclo inmobiliario y caída de precios, los resultados de los bancos pueden caer a plomo, incluso en este mismo trimestre. ¿A que también les suena de algo? Con dos diferencias: aquí la caída de precios aún no ha comenzado y los bancos cotizados son mucho más grandes que en EEUU.