A estos niveles, el buscador de Internet tiene una capitalización de 156.000 millones de dólares (unos 122.000 millones de euros), superior a la de Apple -el fabricante del reproductor digital más vendido-, Intel -el líder mundial de procesadores-, Oracle -el mayor vendedor de bases de datos- e IBM -el proveedor número uno de servicios informáticos-.
Google rebasó ayer por primera vez en la historia el nivel mítico de 500 dólares por acción: cerró en 509, con una subida del 2,9%.
Todas las empresas citadas llevan mucho más tiempo funcionando y tienen ventas superiores a las de Google. Y, por supuesto, tienen mucha más historia en el mercado: el buscador salió a bolsa en agosto de 2004 y tuvo que bajar el precio de la OPV por falta de demanda. Qué oportunidad perdida para muchos. En cualquier caso, sólo Microsoft y Cisco, entre los grandes de la tecnología, valen más que Google.
La única explicación para la meteórica subida del valor son las expectativas de crecimiento de su negocio, que se basan en un crecimiento actual que muy pocas tecnológicas han conseguido nunca: se espera que su beneficio por acción (BPA) aumente un 80% este año hasta una impresionante cifra de 10,31 dólares por título. Aun así, su valoración es brutal y supone un llamamiento a la cautela según John Shinal, analista de MarketWatch.
Shinal recuerda que Cisco, el gigante de las redes informáticas, vivió un fenómeno muy similar en el año 2000. Cisco superó en febrero de ese año el tamaño de General Electric y en marzo rebasó a Microsoft para convertirse en la mayor empresa del mundo, con una capitalización de 550.000 millones de dólares.
Este fenómeno desató la euforia entre los inversores y los analistas sobre la nueva economía: las ferias de bolsa no tenían espacio para tantos stands de las tecnológicas, las escuelas de negocios se peleaban por contar con sus directivos como invitados... Los analistas hablaban de que Cisco podía alcanzar perfectamente el billón de dólares, algo que -dejando aparte el sentido común- sugería que el valor no iba a seguir subiendo. Y no lo hizo.
El director financiero de Cisco en aquel entonces, Larry Carter, dijo una frase que resultó ser mucho más profética de lo que nadie podía pensar: "Estamos contentos con esta situación, pero el mercado fluctúa y las cosas pueden cambiar" (27 de marzo de 2000). Vaya si cambiaron: Cisco cotizaba entonces a 80 dólares y hoy vale menos de un tercio, incluso con la subida de este año. Más de seis años después, el Nasdaq vale la mitad que en aquel frenético marzo.
Shinal reconoce que es fácil aceptar hoy el argumento alcista para Google: "Mi pronóstico es que, antes de que el valor toque techo, habrá hecho a muchos creyentes en la empresa muy ricos, y a muchos bajistas en el valor muy pobres". Sin embargo, da por hecho que es inevitable que algún día la acción se dé la vuelta. "No estoy seguro de cuándo llegará ese día, pero estoy seguro de que no te avisarán los analistas de Wall Street que cubren Google", sentencia. Y añade: "Si Google supera en tamaño a Exxon, General Electric o la que sea la mayor empresa del mundo, el techo estará cerca".