Si algo ha caracterizado la subida desde julio en Wall Street, es la victoria de los valores de crecimiento sobre los de valor (valores tradicionales, sólidos y recurrentes en los que se invierte si sus valoraciones son atractivas). Desde el 31 de julio hasta el 31 de octubre, el grupo de crecimiento ha subido el 9,73% frente al 7,29% del grupo de valor.
Se trata de un giro radical respecto al comportamiento desde el inicio de la tendencia bajista en marzo de 2000: desde entonces hasta ahora, los títulos de crecimiento han bajado una media del 42% y los de valor han subido el 56%.
Esta inversión de la tendencia ha desatado el optimismo entre los gestores e inversores enamorados del crecimiento, que aseguran que los días felices de finales de los 90 han vuelto.
Y no sólo eso: según BusinessWeek, el capital riesgo vuelve a invertir alegremente en las startups (empresas que inician su actividad) de Internet, en busca del nuevo YouTube o MySpace. Esta nueva hornada de compañías online tiene el apodo de Web 2.0 y ha recibido 455 millones de dólares en los primeros nueve meses, el doble que el año pasado, según un estudio que cita esta revista.
Sin embargo, esta nueva euforia puede ser peligrosa. En primer lugar, los gestores de fondos de crecimiento han anunciado la vuelta de este estilo de inversión cada vez que tenían una racha positiva, pero ninguna de esas rachas ha tenido continuidad hasta ahora.
En segundo lugar, Mark Hulbert, editor de Hulbert Financial Digest, asegura que no hay evidencia estadística que apoye que el crecimiento vaya a hacerlo mejor que el valor sólo porque haya sido así en los tres meses anteriores. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2003, el grupo de crecimiento batió al de valor por un 8,7% (más que en el último trimestre), pero en el segundo trimestre de ese año el crecimiento lo hizo un 4,9% peor que el valor.
Pero quizá el peligro principal sea precisamente que el crecimiento empiece a desbocarse como a finales de los 90 y acabe provocando una nueva burbuja. Ése es el riesgo del que habla en su artículo BusinessWeek: que la Web 2.0 se convierta en la Burbuja 2.0. Algunos observadores empiezan a hablar de que se están creando demasiadas empresas nuevas gracias a la nueva oleada de capital, y que no habrá mercado para todas... igual que ocurrió en la primera burbuja. Y también señalan que muchas de estas empresas no son buenas ideas, directamente; por ejemplo, las docenas de sitios de redes sociales que imitan a MySpace.