El Nikkei no se ha escapado de la presión vendedora y del mismo modo que ocurría en la víspera con los principales índices europeos y norteamericanos, ha sufrido un duro revés que ha provocado que en una sola sesión se haya perdido gran parte de lo recuperado a lo largo de los últimos días.
En efecto, el Nikkei se ha dejado un 2,43% para cerrar en los 10.492,38 puntos, muy cerca del origen de los mínimos de la semana pasada y del rebote que lo ha llevado hasta los 10.754 puntos.
Ya señalábamos ayer que los alcistas podían tener dificultades para seguir avanzando y la fuerte caída de hoy refleja a la perfección que el rebote de las últimas sesiones pudo haber sido un espejismo.
Con todo, los bajistas aún no han rematado la faena y para hacerlo deben lograr que en próximas sesiones la principal referencia japonesa pierda los mínimos de la semana pasada a la altura de los 10.425 puntos.
Esto sería una señal de debilidad importante pero, a diferencia de lo que ocurre en muchas plazas europeas o en Wall Street, la cesión de estos mínimos no sería definitivo ya que en el caso del Nikkei no provocaría que se pudiera identificar un patrón bajista que invitara a cambiar el sesgo de Trading. Para esto deberían de perderse soportes de 10.180 puntos.