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Cómo montar una empresa de reformas: mayor especialización y ajuste de costes



    Paralizada la construcción de obra pública, cuyo volumen de contratación ha caído a cifras de 2001, y la de nueva vivienda, sólo los trabajos de rehabilitación y reformas han visto incrementada su demanda en los últimos años. Hay una parte de practicidad doméstica: si antes se optaba por cambiar de piso para ganar espacio, ahora los propietarios optan por tirar un tabique o construirlo para ganar una habitación.

    Ante la imposibilidad de cambiar de casa, se impone su mantenimiento. También hay una parte de necesidad impuesta por la normativa en materia de accesibilidad y eficiencia energética, los dos elementos dinamizadores del sector a corto y medio plazo.

    En este nuevo escenario la clave está en la especialización. No es posible dirigirse a todos los públicos, porque es muy difícil que una empresa de reformas esté especializada en todas las áreas que requiere este tipo de actividad, especialmente en el caso de las pequeñas empresas. Su enfoque a nichos específicos (vivienda, pequeños locales) en función del tipo de población en la que esté ubicado el negocio (ancianos, parejas jóvenes, familias con hijos) es una garantía a la hora de hacerse con una cuota de mercado.

    Ajustar las necesidades

    Esta especialización permite, además, ajustar al máximo las necesidades de tesorería a la hora de poner en marcha una empresa de reformas; y sobre todo las de personal. Por ejemplo, conviene contar con un núcleo de plantilla enfocado a esa especialización y subcontratar el resto (electricidad, carpintería, escayola, pintura, diseño...).

    Para su puesta en marcha, la empresa necesita la correspondiente licencia de obras para el local y la licencia de apertura y actividad, ambas de carácter municipal. Para la obtención de la licencia de apertura, el establecimiento deberá disponer de todas las autorizaciones precisas para el desarrollo de la actividad que, básicamente, se corresponden con los servicios autonómicos de Medio Ambiente, Sanidad e Industria de cada comunidad autónoma, y aunque puede haber diferencias entre ellas, los requisitos básicos son: Inscripción en el registro industrial de empresas de reformas en la Consejería de Economía e Industria; permiso para la instalación de la maquinaria e instalación eléctrica; licencia de vertidos y escombros gestionada en el ayuntamiento, inscripción en el registro de productores y gestores de residuos de la Comunidad Autónoma.

    Entre las necesidades específicas del sector también se encuentra la inscripción en el Registro de Empresas Acreditadas; la contratación de una póliza de seguros para cubrir los posibles daños en las instalaciones, así como un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a clientes o terceros; y la cualificación específica de la plantilla: documento de calificación profesional (actividades de la construcción, demoliciones, movimiento de tierras, albañilería, pintura y empapelados, fabricación de materiales de la construcción, instalaciones o reparaciones eléctricas, actividades del sector madera, parqués...); carné de instalador electricista autorizado, de instalador autorizado de gas, de instalador autorizado de fontanería y carné de instalador o mantenedor-reparador de instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria.

    La rehabilitación se ha convertido en la actividad emergente dentro del sector de la construcción a través de las ayudas estatales y de la legislación en materia de eficiencia energética y accesibilidad.

    En este contexto, "va a ser indispensable la formación y capacitación de profesionales que trabajen con criterios de eficiencia energética y promoviendo la accesibilidad en la rehabilitación", subrayan desde la Fundación Laboral de la Construcción. El Código Técnico de Edificación (CTE) es el código de edificación en vigor en el país desde 2006. En él se establecen los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad de las construcciones, definidos por la Ley de Ordenación de Edificios (LOE).

    Sus exigencias intervienen en las fases de proyecto, construcción, mantenimiento y conservación, y se traduce en nuevas necesidades respecto a las ocupaciones requeridas (albañil, fontanero, instalador de calefacción, climatización, instalador de gas, colocador de aislamientos, encargado de obra, cerrajero e instalador de cerramientos, pavimentador).

    En la web de la Fundación Laboral de la Construcción se puede encontrar información sobre las acciones formativas para las distintas especialidades de cada familia profesional (Edificación y Obra Civil, Electricidad y Electrónica, Energía y Agua, Instalación y Mantenimiento), sobre sus centros y sobre la posibilidad de acceder a formación online (www.cualificacionaccesible.org).