Pymes y Emprendedores

¿Qué son las personas tóxicas? Claves para contrarrestarlas



    ¿Quién no conoce a alguien que al principio finge ser tu amigo pero que poco a poco va lanzando mensajes dañinos para minar tu moral? Sólo crecerá si te hace a ti pequeño y suelen exagerar tus errores mientras que menosprecia tus logros. Alguno incluso inventa rumores falsos para acabar con tu buena reputación. Son personas que sólo buscan acaparar poder sobre los otros y su egocentrismo no tiene parangón.

    Si al leer estas líneas ya le ha puesto a cara a algún conocido, compañero de trabajo, vecino, etc... a partir de ahora tenga cuidado porque son personas "tóxicas".

    Así las denomina al menos el psicólogo argentino Bernardo Stamateas, que en su libro 'Gente tóxica', publicado por Vergara, da algunos consejos sobre cómo lidiar con este tipo de personajes. "La gente tóxica potencia nuestras debilidades y nos llena de frustraciones", asegura Stamateas. Debemos tener cuidado porque si no ponemos remedio pueden acabar con las confianza que tenemos en nosotros mismos.

    ¿Cómo podemos contrarrestar el poder de la gente tóxica? ¿Hay algún antídoto? El primer paso es identificarlos. Una vez que sabemos quiénes son, debemos inventar una estrategia que refuerce nuestra confianza para evitar caer en sus redes. Y en último caso, poner kilómetros entre medias. Cuanto más lejos mejor.

    Clasificación de gente tóxica

    Según Stamateas existen diferentes tipos de personas nocivas. Estas son sólo algunas de ellas...

    Agresivo verbal: Consigue que otra persona se sienta insegura con gritos y contestaciones agresivas. Pretende amedrentar para que le respeten.

    Envidioso: Siempre trata de buscar aliados. Hablará con otros para envenenarlos porque su objetivo es boicotear proyectos.

    Descalificador: Su objetivo es controlar nuestra autoestima, que nos sintamos mal para que él pueda brillar.

    El psicópata: Muestran una imagen que no se corresponde con su interior. Son tus 'amigos' mientras les sirves para conseguir sus propósitos. Una vez alcanzados te tratan como si no te conocieran. No reconocen el sufrimiento humano.

    El quejoso: Se lamenta todo el tiempo. Es dependiente y espera a que el otro resuelva sus problemas. Tiene una mente cerrada, duda de todo y no tienen metas.

    Meteculpas: Este tipo de gente tóxica siempre traslada el mensaje de que "no eres lo bastante bueno".