¿Qué se entiende por oferta pública de venta y qué tipos existen?
Las operaciones conocidas como OPV son una de las alternativas de las que dispone una empresa para poner a la venta una porción de su capital, destinada al público en general. Este tipo de proceso le permite a una compañía lograr liquidez gracias a los ingresos obtenidos con la venta y, además, la empresa adquiere una mayor visibilidad en el mercado.
En los últimos meses habrá leído en más de una ocasión el término Oferta Pública de Venta (OPV). Bankia, Banca Cívica (OPS) o el intento fallido de Loterias (OPV) han protagonizado múltiples titulares con este concepto, pero ¿conoce con exactitud en qué consiste?
Una OPV es, como su propio nombre indica, una oferta pública de venta de cualquier activo financiero -aunque el más frecuente son las acciones - que realiza una empresa al público en general. Si nos centramos en la operación más habitual, la oferta pública de venta de acciones, podemos definirla como una actividad que se realiza en el mercado bursátil mediante la cual un accionista decide poner a la venta una porción de las acciones que tiene, es decir, acciones viejas. Dicho de otro modo, la tarta se divide en partes más pequeñas. Este concepto no debe confundirse con la Oferta Pública de Suscripción (OPS), cuya principal divergencia con la anterior es que el accionista pone a la venta acciones nuevas, es decir, acciones que no disponía con anterioridad. A diferencia de la OPV, la compañía aumenta el tamaño de la tarta y, además, amplía el capital.
¿POR QUÉ UNA OPV?
Las empresas suelen realizar esta operación bursátil por múltiples razones aunque, entre las más frecuentes, podemos destacar dos.
Uno de los motivos por los que se efectúa una OPV es cuando existe la intención de privatizar una empresa pública. El ejemplo más reciente lo encontramos en la fallida salida a bolsa de Loterías, en la que el Estado pretendía privatizar una parte de su capital, en concreto el 30 por ciento. Pero, ¿cuál es la motivación principal que puede llevar a un organismo público a desprenderse de una porción de una empresa de su propiedad? Esencialmente aligerar la deuda o los costes financieros.
La segunda razón que puede ocasionar esta operación bursátil es la salida a bolsa de una empresa privada. En esta ocasión, no es ningún organismo público quien decide traspasar parte de su capital a un tercero, sino uno o varios accionistas son los que desean vender una porción de las acciones que poseen. Igual que en el caso anterior, la materialización de una inversión de largo plazo o la obtención de liquidez a cambio son dos de los objetivos que se buscan con su práctica.
DOS MODALIDADES
No todas las OPV son iguales. Cuando una compañía decide realizar este tipo de operación bursátil puede que ya cotice en bolsa o, por el contrario, que la empresa nunca haya debutado en el parqué.
OPV de acciones no cotizadas: suelen ser protagonizadas por aquellas compañías que no han cotizado con anterioridad, y desean hacerlo por primera vez. Son las conocidas como 'salidas a bolsa', cuyo ejemplo -de nuevo- es Loterías. En este supuesto, los accionistas actuales venden parte de sus acciones para que otros las compren.
OPV de acciones cotizadas: ocurre en el caso de las empresas que ya cotizan, y uno o varios de sus accionistas mayoritarios -es decir, con gran porcentaje del capital de la compañía- quieren desprenderse de sus acciones. De modo que el paquete de acciones vendido pasa a estar en manos de los pequeños inversores que desean participar en el proceso.
Cuando se realiza una OPV hay que seguir una serie de pasos. El primero de ellos consiste en comunicar la intención de esta práctica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -el regulador español-, además de aportar los documentos necesarios para su puesta en marcha.
Cuando este organismo da luz verde a la operación, los interesados deben emitir un folleto informativo que ofrezca a los inversores cuáles serán las condiciones bajo las que se realizará, para que el posible inversor pueda tomar una decisión con la mayor información posible.
El desarrollo posterior puede variar. Si hablamos de fechas, en algunas OPV se establecen días concretos para que los inversores interesados se registren; mientras que en cuanto al precio puede determinarse en un primer momento o, por el contrario, se puede fijar al final con el objetivo de adaptarse a las condiciones del mercado.