Bolsa, mercados y cotizaciones
Pimco: los secretos del mayor imperio mundial de renta fija
Un silencio sepulcral. En el corazón de la soleada California, en Newport Beach, alrededor de 200 personas miran concentradas sus terminales y teclean sin mediar palabra. Sólo el sistema de ventilación aporta una más que monótona banda sonora a la peculiar unidad de trading de Pacific Investment Management Company, comunmente conocida como Pimco.
La mayor gestora de bonos del planeta, con algo más de 1 billón de activos en cartera, se ha convertido en todo un referente para la renta fija mundial, especialmente si tenemos en cuenta que se perfila como la mano que maneja las cuerdas de los bonos soberanos dentro del sector privado.
La entidad fundada en 1971 por Bill Gross y capitaneada ahora por Mohamed El-Erian es conocida entre los inversores gracias a su fondo de inversión Pimco Total Return, el mayor de su especie en EEUU con un total de 242.787 millones de dólares en activos. Desde fondos de pensiones, inversores institucionales, así como ciudadanos de a pie, confían en la habilidad de sus más de 1.200 empleados distribuidos por todo el mundo para generar el máximo beneficio posible.
Al fin y al cabo, Pimco podría ser considerado un país en sí mismo, ya que sus activos le equiparan a países como Chile, Singapur o Filipinas. Además, algunos lo definen como el banquero de los gobiernos de medio mundo. Todo un imperio con un único objetivo en su punto de mira: la deuda, sea privada o pública.
En este sentido, Pimco compagina un doble rol en los mercados. Para unos, la gestora, con Gross al frente, es la verdadera gurú de los mercados mundiales de renta fija; para otros, un grupo de presión -lobby- que actúa de un modo u otro o vierte opiniones con un único fin: mover el mercado a conveniencia.
Trío de mosqueteros
No en vano, Gross y El-Erian son dos figuras habituales de los medios de comunicación. Bien sea para afirmar que "EEUU está aún peor que Grecia", como afirmó recientemente el fundador de Pimco a la CNBC, o para criticar la gestión de la Unión Europea durante la crisis periférica. "No se ha hecho nada para impulsar el crecimiento, ni un solo indicador griego ha mostrado fortaleza", señaló El-Erian en una vídeoconferencia en la que dijo no tener la menor duda de que la forma en la que Grecia solucionará sus problemas será declarándose en quiebra.
El tercer mosquetero de Pimco, Neel Kashkari, desembarcó en la entidad tras haber prestado su ayuda al Departamento del Tesoro durante uno de los momentos clave de la resaca dejada por la crisis financiera y haber trabajado, como no, para Goldman Sachs. Ahora, como director gerente de la unidad de nuevas inversiones de Pimco, Kashkari también echa mano de las cámaras de televisión para dar a conocer sus opiniones.
Hace unos días declaró en la CNBC que no sólo habría que dejar quebrar a Grecia, sino también a Portugal e Irlanda. Sólo así se lograría cerrar un plan que demuestre al mercado de una vez por todas "que se está apagando el fuego en Europa".
'Pimco Total Return': la estrella
Pero, ¿cómo ha conseguido esta institución pasar de gestionar apenas 12 millones de dólares a convertirse en todo un oráculo de la renta fija? La respuesta podría reducirse a su gran capacidad a la hora de decidir qué bonos comprar y vender. Sin embargo, la complejidad de su multitud de productos e inversiones en casi infinita.
La entidad, cuyo cordón umbilical está unido a la aseguradora alemana Allianz, ha sabido hacerse un nombre gracias a la excelente rentabilidad de su Pimco Total Return, que durante los últimos nueve años ha batido con claridad a sus competidores. Su receta contiene los ingredientes que sólo Gross sabe salpimentar en su justa medida.
Así, encuentra el equilibrio entre las perspectivas económicas a largo plazo y los factores cíclicos a corto plazo para determinar cuánto tiempo y en qué sectores o países debe invertir. Para demostrar estos logros sólo hay que remitirse a los hechos. Si el 11 de mayo de 1987, día en que nació este fondo, una persona hubiera invertido 10.000 dólares, a finales del mes de junio de 2011 esa inversión alcanzaría alrededor de 70.145 dólares.
Gross, el guardián que vela por las inversiones de sus clientes en el Total Return Fund, supo sortear la hecatombe financiera con gracia. Su preocupación por el maltrecho sector inmobiliario hizo que comenzara a invertir en bonos del Tesoro de EEUU en 2008, cuando la crisis comenzaba a despuntar. En estos momentos, después de convertirse en la comidilla del sector tras retirar toda su exposición a los bonos del Tesoro de EEUU, el fondo cuenta con una gran cantidad de efectivo. En abril de este año, una participación aproximada del 37 por ciento estaba en liquidez. Además, los últimos datos señalan que Gross ha recortado la duración del fondo a 3,4 años a partir de abril desde 5,1 años a finales de 2010, en parte por su recorte en la exposición al mercado de bonos de EEUU.
Sin embargo, pese a las duras críticas de Gross contra el régimen fiscal de EEUU, la falta de responsabilidad para atajar el déficit o los estímulos de la Reserva Federal, sería un error interpretar su salida del mercado de bonos del Tesoro de EEUU como una retirada total. De hecho, ha sabido mantener la rentabilidad gracias a la inversión en bonos municipales (cerca del 4 por ciento de los activos del Total Return Fund), créditos de alto rendimiento (cerca del 5 por ciento), préstamos hipotecarios (alrededor del 24 por ciento), deuda en mercados emergentes y una exposición del 11 por ciento en divisas fuera del dólar.
¿Salir a bolsa?
Pese a su éxito, Pimco ya piensa en el futuro. En abril anunció que estaba preparado para dar el pistoletazo de salida a su ETF (es decir, un fondo cotizado) relacionado con su archiconocido Total Return Fund. Todo un hito, puesto que la transparencia de este tipo de productos es absoluta y la legislación de EEUU requiere una publicación diaria de las inversiones.
Y aún hay más. Últimamente, las tensiones entre Pimco y Allianz han sido evidentes, algo que ha disparado los rumores sobre un posible divorcio. Según explicó el consultor de fondos Burton Greenwald, Pimco, con Bill Gross batuta en mano, "podría estar arrepintiéndose de la compensación que recibe de Allianz". "Gross ha logrado registrar unos resultados maravillosos", señaló. De hecho, SecondMarket, la plataforma en la que se negocian los títulos de compañías privadas no cotizadas, podría quitarse el sambenito de Facebook mediante la venta de acciones de una compañía más jugosa aún: Pimco.
La gestora privada de bonos más grande del mundo ha vendido ya algunas de sus acciones en la plataforma privada. Precisamente por este motivo, los empleados de Pimco acuden al mercado secundario para vender su participación en la compañía, puesto que, de momento, no existe un plan claro de una futura salida oficial a bolsa.