Pymes y Emprendedores

ArteOliva, un negocio aliñado con innovación

  • Una empresa cordobesa de aceites sobrevive a la crisis apostando por la exportación y la I+D.
Felipe Silvela, consejero secretario de la empresa, con Manuel Cumplido, socio fundador.


Revolucionaron el envasado del aceite de oliva en 2000, al meter el virgen extra dentro de un tetra brik. Fue una iniciativa rompedora. Cabía la posibilidad de que a los consumidores no se fiasen de un aceite que, aún siendo de alta gama, no viniese en botella de vidrio. Pero ese cambio no llegó por capricho.

Según explica Felipe Silvela, secretario del consejo de administración de ArteOliva, el tetra prisma "protege al aceite de sus dos grandes enemigos: la luz y el aire. El aceite virgen extra es un producto muy saludable, pero siempre que llegue al consumidor en perfecto estado, algo que el vidrio no permite". El envase elegido por esta empresa, que lleva tapón de rosca, recibió el premio Top Innovation en la Feria de Anuga (en Colonia, Alemania), considerada la primera del sector de la alimentación a nivel mundial.

Renovarse para sobrevivir

Obligados por las circunstancias, han aprendido a diversificar: "El aceite en España ya no es negocio a los precios a los que está ahora", explica Silvela, que añade que más de la mitad de sus ventas son al extranjero. Cuando la compañía vio que los precios de este oro líquido se derrumbaban, decidieron lanzar nuevos productos, como el gazpacho y las salsas. Hoy, ArteOliva provee de aderezos al grupo de restauración Vips (entre otros, el de su ensalada César) y fabrica salsas para la marca Santa Teresa, entre otros clientes.

Así que, si hasta hace sólo unos años el grueso de su facturación (de 8,7 millones de euros en 2009) procedía de los aceites, hoy las cosas han cambiado: "El aceite supone el 35 por ciento de los ingresos de ArteOliva. La parte más importante procede de las salsas y el gazpacho". En tercer lugar estarían las sopas frías y las aceitunas.

La moda ecológica

El grupo también ha querido apuntarte a la moda verde. "Hemos lanzado una línea de productos bio, que incluye productos elaborados sin abonos químicos agresivos y respetando todas las limitaciones desde el punto de vista medioambiental", dice Silvela. Entre los productos de esta gama, que todavía es pequeña, está el zumo de tomate ecológico.

La otra forma de combatir la mala situación que, según el consejero secretario de ArteOliva, vive el aceite en este país, es salir de España. Por ello, en los últimos años sus socios fundadores han adquirido, a través de una sociedad conjunta, tres fincas en Portugal. En total, 1.200 hectáreas de olivar y 380.000 olivos en el Alentejo, en la zona centro-sur de Portugal. Su próximo proyecto es construir, también en el país vecino, una almazara - un molino en el que se exprime la aceituna para obtener aceite-, lo que abaratará sus costes de producción.

Presencia internacional

Más del 60 por ciento de sus ventas ya son al extranjero. Sus productos se distribuyen en setenta países: casi todos los estados miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Sudáfrica... En este último país, el Mundial de Fútbol disputado a comienzos de este verano ha resultado ser un catalizador del consumo de aceite.

Otros clientes: Rusia, donde venden aceitunas; Noruega y Suecia, donde atienden la demanda de los ciudadanos que quieren tomar todo el año el gazpacho que probaron en alguna visita a las costas españolas; Dubai, donde cuentan con una oficina comercial desde la que llegan a los Emiratos Árabes, "e incluso a países de tan difícil acceso como Irán"; e India, hasta donde llegan fundamentalmente sus aceites y aceitunas.