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Más del 80% de los residuos que abastecerán a la planta de biogás Cobirgy en La Sentiú de Sió procederán de granjas situadas en un radio de 15 kilómetros

    Planta Cobirgy | Foto: Servimedia

    Servimedia

    La planta de biogás Cobirgy, promovida por Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y la compañía desarrolladora local Connect Bioenergy, en La Sentiú de Sió (Lérida) cuenta ya con más de 300 ganaderos de las comarcas de La Noguera, Pla d'Urgell y Urgell que han firmado su adhesión al proyecto garantizando hasta 480.000 toneladas de deyecciones anuales que se convertirán en biometano, mejorando así la gestión sostenible de residuos ganaderos y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

    Más del 80% de las granjas que suministrarán estos residuos agrícolas se encuentran situados a un radio de 15 kilómetros de la futura planta de biogás, que será una solución al problema de la gestión sostenible de residuos para los ganaderos de la zona. La cercanía de las granjas limitará además el tráfico de vehículos pesados, que los estudios de ingeniería realizados estiman se incrementará en un 1% con el inicio de las operaciones.

    Además, y para garantizar que no se emiten olores en ningún momento del proceso y evitar cualquier tipo de desprendimiento de material, el proyecto se hará cargo también del transporte de los residuos ganaderos desde las granjas y hasta la planta. Para ello utilizará vehículos cisterna y estancos, así como sistemas de descarga en la planta, completamente cerrados.

    El diseño de la planta contempla además un circuito cerrado y un completo sistema de desodorización con una tecnología suficientemente probada y los mejores sistemas del mercado en tratamiento del aire que garantizan que no se emitirán olores al exterior.

    La planta, que generará 40 empleos directos en la zona, tendrá capacidad para gestionar más de medio millón de toneladas de deyecciones ganaderas al año, ha sido designado como proyecto de importancia estratégica por el gobierno catalán, y será parte de la solución al reto regional que supone el exceso de nitratos en suelo y agua provocado por la concentración de la producción agrícola, así como de los residuos de la producción ganadera e industrial.

    Con una capacidad de producción anual estimada de 200 GWh al año, el equivalente al consumo de 23.000 hogares, la planta contribuirá significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, concretamente se estima que ahorre unas 68.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.

    Se trata de un proyecto de economía circular, ya que los materiales orgánicos se recircularán como nutrientes (fertilizante) para la producción agrícola y producirán CO2 biogénico para uso industrial o para proyectos Power-to-X. Además, se posiciona como parte de la solución al problema de contaminación de los acuíferos de la zona al reducir los purines causantes de la contaminación.