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Las habilidades para manejar dinero que recomienda un experto en finanzas antes de los 30

  • Winters ofrece las habilidades que asegura que aprendió tarde
  • Comenta que la mayoría se basan en controlar las propias finanzas
  • La primera y más básica de ellas es saber manejar un presupuesto
Foto: iStock.

Iago Eguileta
Madrid,

Mike Winters, periodista y experto en finanzas personales, comenta una serie de cualidades a su juicio muy recomendables para adquirir cuando uno es veinteañero. Si bien admite que muchos no valoran tanto estos conocimientos a dicha edad, su potencial llega incluso a comenzar a preparar una buena reserva para la todavía lejana jubilación.

Añade también que nadie le enseñó sobre finanzas personales en su etapa de estudiante, algo de lo que se lamenta. En una época en la que muchos todavía viven con sus padres, y por tanto no sufren de unos gastos elevados, esta oportunidad es para Winters irrepetible, a la hora de adquirir las habilidades.

1. Saber manejar un presupuesto

El experto comienza diciendo que, sin presupuestos, es difícil manejar el ritmo de gasto, y ello podría desembocar en deudas totalmente innecesarias.

En su forma más sencilla, el presupuesto consiste en un cómputo de los ingresos y los gastos recurrentes mensuales. A parte de las varias formas para mantener un seguimiento del mismo (aplicaciones, hojas de cálculo o un cuaderno), Winters menciona de entre los posibles métodos para crear presupuestos el modelo 50-30-20.

Al final, el objetivo es asegurarse de que los ingresos cubren todos los gastos, quedando una porción para ahorrar, invertir o gastar en otros lugares. Además, no se debe olvidar que un presupuesto también ayuda a identificar gastos prescindibles, aumentando el dinero que se posee a final de mes si estos se eliminan.

2. Tener un fondo de emergencia

Los gastos imprevistos pueden variar desde arreglar una puerta hasta comprar un coche nuevo, y si uno no está preparado pueden obligarle a asumir una deuda, algo que desde el punto de vista financiero no suele ser recomendable. Winters recuerda que una reserva de dinero que equivalga a entre 3 y 6 meses de gastos es bastante aconsejable.

El mismo admite que un veinteañero suele tener poco margen para ahorrar, sobre todo en comparación con aquellas personas que tengan entre 40 y 60. Por tanto, para quienes tengan mayores dificultades pide al menos una reserva de en torno a 1.400 dólares, que es el coste medio de un gasto de emergencia según LendingClub (se debe observar que esto es según el nivel de vida estadounidense).

3. Saber de intereses

Winters comenta que no se pueden tomar decisiones financieras a largo plazo si no se conoce el funcionamiento de los intereses. Un ejemplo es pedir un préstamo de 10.000 euros con un 1% de intereses anuales, por el que se deberán pagar 10.100 euros si se devuelve en un año, o 11.000 euros si se devuelve una década más tarde.

Se debe mencionar también que los tipos de interés anuales varían según el tipo de deuda: tarjeta de crédito, préstamos, hipotecas, etcétera.

4. Uso adecuado de la tarjeta

La gran utilidad de las tarjetas de crédito es que permiten adquirir en el presente un bien o servicio que se pagará más adelante. Sin embargo, de asumir una persona deudas en su tarjeta, sufrirá unos intereses elevados, por lo que lo más inteligente es comprar solo aquellas cosas que uno esté seguro de poder pagar íntegramente a lo largo del mes.

Entonces, Winters pide siempre pagar al menos los mínimos exigidos dentro de un plazo, pues de lo contrario quizás se deba hacer frente a comisiones y sanciones por demora. Esto no quiere decir que las tarjetas de crédito no ofrezcan grandes ventajas, más allá de la comodidad y la instantaneidad de las compras.

5. Empezar a invertir en la jubilación

Lo más recomendable para tener una jubilación cómoda es comenzar a invertir en ella cuanto antes, para así sacar todo el provecho posible al interés compuesto. Este se basa básicamente en reinvertir automáticamente el dinero extra ganado con esa partida inicial, y termina aumentando constantemente los ingresos. Por tanto, cuanta antes se comience a ahorrar para ganar ese dinero, antes se empezará ese bucle.

Es por esto que Winters recomienda empezar aunque sea destinando pequeñas cantidades, como 20 euros al mes, a un plan de ahorro para la jubilación. Además, esto creará un hábito, y una vez adquirido será más sencillo aumentar la partida que se envía mensualmente al mismo.

Finalmente, el mismo pide fijarse unos objetivos mínimos en cuanto al aumento de la cantidad invertida cada año. Añade también que la referencia más habitual es terminar dedicando entre el 10% y el 15% de los ingresos.

6. Asegurarse de tener buenos seguros

Los seguros protegen a la persona ante potenciales gastos cuantiosos, que podrían llegar a estropear sus finanzas personales. Un ejemplo son los seguros médicos, algo en lo que los jóvenes piensan mucho menos que los más mayores, por razones justificadas. Aun así, Winters pide considerarlo, ya que quizás sea necesario acudir a expertos y tratamientos muy costosos en un futuro.

Si bien algunas empresas ofrecen seguro médico entre sus ventajas para los empleados, no todos los asalariados pueden contar con ello, por no hablar de los trabajadores autónomos. También se debe prestar atención a posibles extras que quizás merezcan la pena, por ejemplo para un trabajador que se desplaza diariamente en coche, previniendo gastos en caso de accidente.

Otros ejemplos son las aseguradoras de vida o de dependencia, para quien cuide de familiares. Winters pide considerar bien las distintas opciones, y añade que incluso un seguro para mascotas podría resultar tremendamente útil.