Cómo la propia concepción sobre la fuerza de voluntad afecta al modo de vida y a la pareja

El poder de voluntad se muestra generalmente como una cualidad positiva, con la que una persona es capaz de perseguir un fin que se ha propuesto de manera incesante, y privándose de todo aquello perjudicial (y que en muchos casos se percibe como un vicio) que pueda interponerse en su camino. Por ejemplo, las personas que posean un mayor desarrollo de esta habilidad tendrán menos dificultades para cumplir el desafío de "enero seco".

Sin embargo, la profesor de psicología motivacional en la Universidad de Viena, Veronika Job, dice que el poder de la voluntad no solo afecta a la capacidad para abstenerse de una actividad, sino también a cuánta energía se debe dar a ciertos actos. 

En el caso de una relación de pareja, la misma especifica que esto es muy usual: si un miembro de la pareja tuvo un día durísimo en el trabajo y se olvidó de, por ejemplo, lavar los platos, entonces la respuesta del otro miembro muestra su fuerza de voluntad. Esto es, la fuerza de voluntad en las relaciones románticas muestra tanto la capacidad para entender el error del otro como para ser capaz de ayudarle, relacionándose con la empatía. 

Categorías según la fuerza de voluntad

Job comenta que existen dos categorías de individuos según su concepción de la fuerza de voluntad:

-Limitado: quienes creen que las situaciones complicadas agotan su capacidad de autocontrol.

-Ilimitado: las personas para las que un desafío es algo que fortalece su habilidad para resistir las tentaciones.

Pero Veronika Job encontró en sus investigaciones que la autopercepción es la que afecta al tipo de fuerza de voluntad que se posee. Por ejemplo, si un individuo tiene una visión limitada de su capacidad de autocontrol, entonces sus acciones reflejarán ese pensamiento. Lo opuesto tendrá lugar, por tanto, si la persona piensa de la otra manera mencionada. 

Diferencias entre ambas categorías

Job denomina a los primeros como "teóricos limitados", y dice de ellos que suelen mostrar mayor empatía ante los errores de su pareja, aunque son incapaces de ofrecer apoyo cuando es necesario. "Son más comprensivos, pero ello se neutraliza porque su fatiga dificulta que sean activamente positivos en las relaciones", comenta.

Por su parte, los "teóricos no limitados" no son tan comprensivos, pero no suelen sentirse tan mermados debido a la marcha de la jornada, y por ello pueden ofrecer ayuda a sus parejas. "En todos los estudios sobre relaciones, al final eran estos últimos los que mostraban mejores resultados. Su energía compensa la falta de comprensión por la pareja", añade.

Finalmente, Job asegura que no existe un "remedio mágico" para que los "teóricos limitados" se conviertan en "ilimitados". Sabiendo esto, añade que comprender la propia fuerza de voluntad ayuda a manejar correctamente las expectativas que uno tiene, y en caso de una relación también las de la pareja.