A debate

Francesco Malatesta: "Que H&M venda diseños de Versace es una gran táctica"

    Francesco Malatesta, en Ifema. Foto: Elisa Senra.


    Recién aterrizado en Ifema (lo nombraron director de certámenes de moda el 7 de noviembre), Francesco Malatesta tiene por delante el reto de consolidar ferias como Simm (el Salón Internacional de Moda de Madrid, dirigido a un público profesional) e impulsar otras como Modacalzado y Madrid Novias.

    Prevén recibir a 900 marcas en la feria Simm de febrero de 2012, un 20 por ciento más que en la última edición. ¿A qué se debe esa mejora?
    Simm se está consolidando y, además, después de una fuga hacia otras ferias -como las de París o Milán- para explorar nuevos mercados, hay marcas que están volviendo a casa.

    ¿Las pequeñas marcas se están reforzando frente a Ias grandes cadenas?
    Sí, después de una época en que las cadenas y centros comerciales atrajeron toda la atención hemos vivido un reajuste. El pequeño comercio está especializándose y viendo hacia dónde ir.

    ¿Qué consejo daría a un joven diseñador que se lance a montar una tienda propia?
    Que tenga en cuenta cómo está segmentado hoy el mercado. Las grandes cadenas han copado la parte más vanguardista de éstea un precio asequible. Luchar para producir grandes volúmenes y para tener muchas tiendas es una guerra perdida. Lo importante es que desarrollen su personalidad sin copiar a nadie.

    ¿Qué le parece que H&M venda diseños 'low cost' de marcas como Versace?
    Es una estrategia de mercado muy buena. Es su forma de competir con otros gigantes que son muy rápidos a la hora de llevar a las tiendas las tendencias de pasarela, algo que H&M no tiene la capacidad de hacer. Su respuesta es incorporar diseños de creadores de lujo a su cadena de producción en masa, que llevados a sus volúmenes y su calidad se traducen en precios muy atractivos.

    ¿Qué han hecho bien españolas como Inditex y Mango?
    Viendo que no podían jugar en la liga de las grandes [Dior, Chanel...] se inventaron otra liga.Había una gran demanda de textil a un precio medio-bajo y pensaron: "¿Por qué no hacerlo, además, bonito?". Se beneficiaron del deseo que generaban en los consumidores esas marcas de primera línea, pero lo hicieron con otras calidades y volúmenes. En segundo lugar, decidieron vender sus productos en sus propias tiendas. Ello recortó muchos gastos. Implicó una inversión en la red de distribución, pero está claro que les ha salido muy bien.

    ¿A qué obstáculos se enfrentó en su etapa en Coronel Tapiocca?
    Cuando llegué, el problema de Coronel Tapiocca era que había cambiado su vocación (viajes) por la ropa de calle barata; es decir, competía con cadenas por precio, y lo pagó muy caro. Empezamos a reorientar la marca hacia su identidad inicial, pero quizá ya era tarde. Empresas como Decathlon le están comiendo el negocio.