Las subidas se retomaron ayer en Wall Street, como era de esperar tras la recuperación final del martes. Pero el Dow Jones volvió a estrellarse con el nivel maldito de los 12.000 puntos, y siguió sin poder con ellos. Terminó en 11.992,68, aunque conservó una subida del 0,36%.
El S&P 500 también logró cerrar al alza, con un 0,14%, pero el Nasdaq volvió a caer: el 0,33%. Nada grave, puesto que, tras el fin de la sesión regular, Apple y, en menor medida, eBay lograron grandes subidas como reacción a sus buenos resultados. Lo cual debe propiciar una nueva apertura positiva en Europa, aunque tal vez nuestros índices se tomen un cierto respiro tras subir ayer más del 1%.
En todo caso, el mercado sigue muy fuerte y parece cuestión de días que el Dow Jones logre batir de una vez los 12.000, que ayer superó intradía por primera vez en la historia. Ahora bien, si este nivel se sigue resistiendo, acabará por provocar una corrección; quién sabe si la "gran corrección" que tanta gente anda preconizando.
Detrás de la alegría inicial de ayer en Wall Street hay que señalar el buen dato de IPC, que no corroboró los temores sembrados por los precios industriales el martes. La inflación cayó el 0,5% en septiembre, más de lo esperado, gracias a la caída de los carburantes, y la tasa subyacente cumplió los pronósticos de un aumento del 0,2%.
También se publicó un dato de viviendas iniciadas que creció un inesperado 5,9%, el primer aumento desde mayo. Para algunos economistas, esto significa que la crisis inmobiliaria no es tan grave como parece, aunque los permisos de construcción (una cifra menos volátil) cayeron el 6,3% hasta mínimos de cinco años.
Detrás de la subida del Dow Jones hubo dos nombres propios: IBM, que recibió sus buenos resultados con un tirón del 3,3%, e Intel, que se anotó el 1% tras anunciar una fuerte caída de su beneficio aunque inferior a la que se temía el mercado. Por el contrario, Motorola y Yahoo cayeron casi el 5% cada uno como castigo a sus pobres cifras trimestrales.
En otros mercados, el dólar recuperó de su reciente caída frente al yen y el euro. La moneda única europea retrocedió hasta 1,253 dólares. Los bonos volvieron a subir levemente en precio, con lo que su rentabilidad bajó al 4,76%. El petróleo continuó su caída hasta 57,65 dólares tras un fuerte aumento de las reservas semanales en EEUU.